Climatología
Más riesgo de desbordamiento en malecones por culpa del calentamiento global
Históricamente, las costas han sido sitios predilectos para asentamientos humanos, además de puntos obligados de partida y destino del tráfico marítimo. Debido a ello, mucha gente vive o trabaja hoy en día en estas zonas, y también son muchas y caras las infraestructuras allí instaladas. Todo lo construido en las zonas costeras del mundo se hizo teniendo en cuenta el nivel del mar y su crecida local máxima durante tormentas, valores que parecían permanentes. Debido a los efectos del calentamiento global, estos valores están cambiando más de lo esperado, y muchas ciudades de litoral se enfrentan a amenazas de inundación mayores que las de antaño.
Desde hace algunos años, van conociéndose nuevos casos de áreas costeras analizadas y con resultados preocupantes sobre su futuro. Ahora le ha llegado el turno a Manhattan, en Nueva York, Estados Unidos. El equipo de Stefan Talke, profesor de ingeniería civil y medioambiental en la Universidad Estatal de Portland, Oregón, del mismo país, ha constatado que los niveles máximos de agua en el puerto de Nueva York durante las grandes tormentas han aumentado en unos 75 centímetros (cerca de dos pies y medio) desde mediados del siglo XIX, lo cual hace que las probabilidades de que el agua sobrepase el malecón (espigón o tajamar) de Manhattan son ahora al menos 20 veces mayores de lo que eran hace 170 años. Conviene matizar que aunque el calentamiento global promueve cada vez más la incidencia de inundaciones costeras por tormentas, en el caso de Manhattan se le suman otros factores. Aún así, este caso es una demostración clara de que las zonas costeras del mundo deberán protegerse mucho mejor en las próximas décadas.
El malecón de Manhattan, como otros en otras partes del mundo, se diseñó teniendo en cuenta la máxima altura del agua por la marea alta o pleamar (cuando, por causas astronómicas, el agua del mar alcanza su máxima altura), la máxima típica de una marejada ciclónica durante una tormenta, y la suma de ambas si los dos fenómenos coincidían al mismo tiempo.
Esa coincidencia es lo se conoce como marea de tormenta.
La subida del nivel de las aguas descrita en el estudio reciente corresponde exclusivamente a la marea de tormenta, siendo adicional al aumento de 44 centímetros del nivel local del mar que se ha producido desde mediados del siglo XIX en el puerto de Nueva York por causas diversas.
El incremento recientemente reconocido en el nivel del agua durante la marea de tormenta implica que Nueva York está en riesgo de sufrir inundaciones más frecuentes y más extensas de lo que cabría esperar exclusivamente por el aumento del nivel del mar. La investigación también confirma que la marea de tormenta en Nueva York producida por el huracán Sandy fue la más grande, por lo menos desde 1821.
Las mediciones de mareas analizadas en el estudio muestran que una gran tormenta en la ciudad de Nueva York, de las que estadísticamente solo ocurren una vez cada 10 años, causaría en la actualidad mareas de tormenta más grandes y potencialmente más dañinas que las producidas por una tormenta idéntica a mediados del siglo XIX. Concretamente, hay ahora un 10 por ciento de probabilidades de que, en cualquier año dado, una marea de tormenta en el puerto de Nueva York alcance una altura máxima de casi dos metros. A mediados del siglo XIX, sin embargo, la altura máxima fue de casi 1,7 metros, o unos 30 centímetros menos de lo que es hoy, según mediciones de mareas que se remontan hasta 1844.
Este gráfico ilustra las diferencias de nivel de agua por una marejada ciclónica, una marea de tormenta y una marea alta normal, comparadas con el nivel medio normal del mar. La marejada ciclónica es la subida del nivel del agua del mar causada únicamente por una tormenta. La marea de tormenta es el aumento total en el nivel del mar cuando coinciden una marejada ciclónica y la marea alta normal. (Imagen: NOAA / The COMET Program)
Combinando la subida recién calculada en la marea de tormenta con la subida del nivel del mar que ha tenido lugar desde mediados del siglo XIX, los investigadores han encontrado que en la actualidad es previsible que las aguas sobrepasen el malecón de 1,75 metros (5,74 pies) de altura que protege la zona del Bajo Manhattan, una vez cada cuatro o cinco años. En el siglo XIX, cuando tanto el nivel del mar como las mareas de tormenta eran menores, las probabilidades hacían que el agua sobrepasase el malecón de Manhattan solamente una vez cada 100 a 400 años, según los cálculos a partir de los datos antiguos y de los recientes.
Los resultados del estudio han aparecido en la revista académica Geophysical Research Letters, de la AGU (American Geophysical Union, o Unión Geofísica Estadounidense) y que se publica a través de la editorial John Wiley & Sons, Inc.