Matemáticas
Una técnica matemática abandonada del siglo XIX “resucita” para la computación moderna
Una reliquia de mucho antes de la época de la supercomputación, la estrategia matemática de 169 años de antigüedad conocida como método iterativo de Jacobi, es hoy en día ampliamente rechazada por ser demasiado lenta para ser útil. Pero gracias a unos científicos, esta técnica podría recibir pronto un nuevo impulso vital.
Con apenas unos pocos retoques para actualizarla, el equipo de Rajat Mittal y Xiang Yang, de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, ha conseguido hacer que la casi olvidada técnica de Jacobi funcione hasta 200 veces más rápido.
El resultado podría aumentar el rendimiento de las simulaciones por ordenador utilizadas en el diseño aeroespacial, la construcción de buques, el modelado meteorológico y climático, la biomecánica y otras tareas de ingeniería.
El método iterativo de Jacobi, obra del matemático alemán Carl Gustav Jacob Jacobi, fue presentado públicamente por vez primera en 1845.
Hacia principios del siglo XX, el método era empleado por “ordenadores humanos”, grupos de hombres y mujeres a cada uno de los cuales se les asignaba encargarse de pequeñas partes de problemas matemáticos más grandes. Un matemático destacado de esa época consiguió que el método avanzara cinco veces más rápido, pero aún era considerado bastante lento. Con la llegada de estrategias más rápidas y de los ordenadores electrónicos, el método de Jacobi cayó en desuso.
El trabajo de modernización de esta técnica puede hacerla la mejor opción para ciertos tipos de cálculos, sobre todo cuando hay que aprovechar al máximo el tiempo disponible de una supercomputadora, que en muchos casos se reparte entre infinidad de proyectos y científicos. Curiosamente, este método está especialmente bien adaptado para el tipo de supercomputadoras que se están usando en las simulaciones más modernas.
Es previsible que el método modernizado sea aprovechado en muchas aplicaciones industriales, en particular aquellas que implican mecánica de fluidos.
Por ejemplo, cuando un ingeniero aeroespacial quiere probar diferentes diseños de ala en un programa de simulación por ordenador, el método revisado de Jacobi podría acelerar el proceso.