Medicina
Vibración para aliviar el dolor
Masajear o frotar es a menudo una respuesta instintiva ante el dolor. Ahora se ha comprobado que otro tipo de contacto, la vibración, también puede ayudar a reducir ciertos tipos de dolor en más de un 40 por ciento.
Los autores de esta investigación creen que cabe la posibilidad de que las terapias de vibración puedan llegar a mitigar el dolor de ciertos enfermos crónicos sin necesidad de píldoras.
"La vibración realmente produce un efecto analgésico", subraya el Dr. Roland Staud, profesor de reumatología e inmunología clínica de la facultad de medicina de la Universidad de Florida.
Los mecanismos analgésicos naturales del cuerpo ayudan a mitigar la intensidad de las señales de dolor enviadas al cerebro, pero la eficacia de esos sistemas varía de una persona a otra, y en algunos casos fallan por completo. En estudios previos se ha demostrado que las personas aquejadas de dolor de origen desconocido, como son los casos de la fibromialgia, el síndrome del intestino irritable, y muchas migrañas, tienen mecanismos menos eficaces de inhibición del dolor.
Tomar medicación ayuda, pero a largo plazo puede causar efectos secundarios.
Los investigadores de la Universidad de Florida decidieron explorar la eficacia de la vibración como terapia no farmacológica.
En primer lugar, aplicaron calor para inducir dolor a los antebrazos de los participantes, algunos de los cuales sufrían de fibromialgia, otros tenían dolor de cabeza y cuello, y los demás no padecían ningún dolor crónico.
Luego, utilizaron un motor especial para producir una vibración de alta frecuencia en la piel y los tejidos profundos del brazo para ver si esto aliviaba el dolor causado por el calor. Y así fue.
Los tres grupos de pacientes presentaron una reducción del dolor de un 40 por ciento al aplicárseles las vibraciones.
Ante esto, cabría preguntarse si fue porque la vibración les distrajo del dolor, o si se obró un verdadero cambio en las señales de dolor que se transmitían al sistema nervioso central.
Se constató que el alivio no se debió a que la vibración les distrajese del dolor. Cerca de la mitad de los participantes fueron distraídos por las vibraciones, pero los investigadores descubrieron que la gente que no se distrajo tuvo el mismo nivel de alivio del dolor que quienes se distrajeron.