Sociología
¿Las mujeres con más educación académica que sus maridos son más propensas al divorcio?
Décadas atrás, en países como Estados Unidos, las parejas en las que una mujer tenía mayor formación académica que su marido se enfrentaban a un mayor riesgo de divorcio que aquellas en las que era el marido quien tenía más educación académica.
Sin embargo, un nuevo estudio, realizado por el equipo de la socióloga Christine R. Schwartz, de la Universidad de Wisconsin-Madison en Estados Unidos, indica que este ya no es el caso. Ella y sus colegas han constatado además que las parejas en las que ambos individuos tienen el mismo nivel de educación tienen ahora menos probabilidades de divorciarse que aquellas en las que el marido tiene más educación que su esposa. Estas tendencias, tal como argumenta Schwartz, concuerdan con un cambio desde el modelo añejo de matrimonio con la mujer en casa dedicada en exclusiva a las labores domésticas y el hombre trabajando para ganar el sustento de la familia, hasta el modelo actual de matrimonio, más igualitario, en el que tanto el hombre como la mujer tienen una actividad profesional y comparten las labores domésticas.
El estudio se ha hecho analizando datos sobre matrimonios heterosexuales estadounidenses, formados desde 1950 a 2009.
A partir de mediados de la década de 1980, los índices de graduación universitaria de las mujeres comenzaron a superar a los de los hombres, y su ventaja educativa ha seguido creciendo desde entonces, sin mostrar signos de desaceleración. Según el nuevo estudio, entre las parejas que se casaron de 2005 a 2009, más del 60 por ciento de las integradas por individuos con diferentes niveles de educación contó con una esposa de mayor nivel de formación académica que su marido, un aumento de aproximadamente el 35 por ciento desde la situación existente a principios de la década de 1950. Entre las parejas que se casaron en la década de 1990 o más tarde, la ventaja educativa de la esposa sobre su marido ya no se asocia con un mayor riesgo de divorcio.
En vez de seguir las absurdas y obsoletas normas sociales de que las esposas deben tener un nivel de formación académica inferior al de sus maridos, cada vez es más común que los hombres y las mujeres formen parejas en las que ellas tienen la superioridad académica, hasta el punto de que ahora la situación de que las esposas tengan mayor nivel de estudios que sus esposos es más común que la de que ellos tengan más estudios que ellas, tal como enfatiza Schwartz. “La relación entre el nivel académico de la persona, su enlace matrimonial, y el riesgo de divorcio parece sugerir que las parejas se están adaptando a la realidad demográfica de que las mujeres tienen más educación académica que los hombres”, valora Schwartz.
El equipo de Schwartz y Hongyun Han, de la Universidad del Noroeste, en Evanston, Illinois, Estados Unidos, constató que las parejas casadas entre 2000 y 2004 en las que ambos individuos tenían el mismo nivel de educación tenían alrededor de un tercio menos de probabilidades de divorciarse que aquellos matrimonios en los que el marido tenía mayor nivel de estudios que la esposa. Es una diferencia notable con la situación imperante en la década de 1950, cuando los matrimonios en los que ambos cónyuges tenían el mismo nivel de educación se enfrentaban a las mismas probabilidades de divorciarse que las parejas en las que el marido tenía mayor nivel académico.
Los resultados del nuevo estudio, tal como destaca Schwartz, contradicen la idea, defendida por el sector más conservador de la sociedad, de que la creciente ventaja académica de la mujer sobre el hombre ha tenido efectos negativos sobre la estabilidad de los matrimonios.