Cara y cruz: explosión de la nave de carga Cygnus Orb-3 y despegue de la Progress M25M

En el transcurso de pocas horas, dos misiones de envío de suministros a la estación espacial internacional tuvieron muy distintos resultados tras el despegue. El vehículo Cygnus Orb-3 se perdió durante el lanzamiento, en una espectacular explosión que afectó a la rampa de salida, mientras que la Progress M-25M partió con éxito desde Baikonur.

La misión de la Cygnus Orb-3 se pospuso 24 horas debido a un barco que se encontraba en la zona de seguridad. Con todo listo para el 28 de octubre, el cohete Antares-130, que inauguraba el uso de una etapa superior más potente, despegó a las 22:20 UTC desde el polígono de la isla de Wallops, llevando consigo a la citada Cygnus, con suministros, experimentos y recambios, y a varios satélites de pequeñas dimensiones (RACE, Arkyd-3, GOMX-2 y 26 Flock-1d). Sin embargo, a unos 100 metros de altura, unos 14 o 15 segundos después del lanzamiento, algún tipo de problema en el sistema de propulsión de la primera etapa provocó el cese del impulso y una explosión que destruyó el cohete por completo, cayendo éste sobre la zona de despegue. No hubo víctimas.

Los vuelos Cygnus se han suspendido y se iniciará de inmediato una investigación sobre lo ocurrido. Se da el caso que el cohete Antares utiliza en su base dos motores AJ26 que se construyeron hace décadas para el cohete soviético lunar N-1, y que uno de ellos se destruyó hace unas semanas durante un ensayo estático. Existe un número limitado de tales motores, y la compañía OSC, propietaria del Antares, ha anunciado recientemente que ya sabe qué nuevo modelo los sustituirá.

La NASA ha lamentado lo sucedido, pero ello no debería afectar a corto plazo a la estación espacial internacional, que siempre dispone de reservas de consumibles para cuatro o cinco meses. Hay otros vehículos de transporte de suministros que podrían cambiar su calendario para ajustarse a las futuras demandas de los astronautas.

De hecho, pocas horas después del suceso, despegaba desde el cosmódromo de Baikonur la nave de carga Progress M-25M. El despegue ocurrió a las 07:09 UTC del 29 de octubre, y supuso la introducción del cohete Soyuz-2-1a para este tipo de misiones. El lanzamiento se efectuó sin ningún problema y sirvió para colocar a la nave en una trayectoria directa hacia el complejo orbital, que debía recorrer en unas 6 horas.

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