Climatología
Crece la amenaza del ozono de baja altitud
El ozono es útil a gran altura, donde forma un escudo que nos protege de las radiaciones llegadas del espacio. Sin embargo, a baja altura es potencialmente peligroso. Procesos antropogénicos como la combustión de gasolina generan indirectamente un aumento del ozono a baja altura.
Los crecientes problemas que están causando en el mundo las emisiones de dióxido de carbono (CO2) podrían tener en el aumento del ozono a baja altura un efecto perjudicial más inmediato incluso que el calentamiento global. Según los resultados de una investigación realizada por un equipo internacional de especialistas, a mediados de este siglo la exposición acumulativa al ozono durante el verano puede llegar a ser lo bastante alta como para causar daños en la vegetación de Estados Unidos. Aunque el estudio se ha centrado en esa nación, sus resultados hacen temer situaciones parecidas para la calidad del aire de muchas otras zonas del mundo, tal como señala María Val Martin, de la Universidad de Sheffield en el Reino Unido, y coautora del estudio.
Modelar la calidad futura del aire es muy complejo, porque se necesita tener en cuenta muchos factores, tanto a escala local como global. No se puede hablar, por tanto, de una situación futura uniforme en todo el territorio de Estados Unidos, sino que algunas áreas sufrirán concentraciones de ozono a baja altura mucho más altas que otras. Sin embargo, los resultados obtenidos en esta investigación muestran que las reducciones de emisiones que se confía en lograr no garantizarán por sí mismas una calidad suficiente del aire, ya que serán compensadas por cambios en el clima y en el uso del suelo, así como por un incremento en los incendios forestales. Esta es una cuestión que afectará a sitios de todo el mundo, no solo a Estados Unidos, tal como subraya Val Martin.
En la investigación se observó la calidad del aire bajo dos escenarios establecidos por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático: Un escenario prevé que las emisiones de gases con efecto invernadero alcanzarán su máximo en 2040 y que después caerán. El otro escenario prevé que las emisiones continuarán subiendo hasta 2100. El equipo de investigación combinó datos sobre cambio climático, uso del terreno y emisiones, a fin de obtener una previsión de la calidad del aire en Estados Unidos para 2050.
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El modelo mostró que, si las emisiones de gases con efecto invernadero alcanzan su máximo en 2040, entonces el ozono en la superficie hacia 2050 permanecerá en promedio por debajo de los niveles máximos establecidos como límite de seguridad para la salud humana, a pesar de los aumentos en el ozono causados por temperaturas más altas y cambios en la agricultura y la gestión de bosques. Si las emisiones continúan ascendiendo hasta 2100, entonces algunas áreas de Estados Unidos sufrirán concentraciones de ozono a baja altura mayores que la máxima tolerable en el margen de seguridad establecido para la salud humana.
Sin embargo, cuando el equipo de Val Martin y Colette Heald, profesora en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, examinó el impacto acumulativo del ozono a lo largo de los tres meses del verano, una estación estándar de crecimiento, se constató que, bajo ambos escenarios, los niveles de ozono a baja altura serían lo bastante altos como para causar daños a vegetales, incluyendo cultivos agrícolas.
El ozono afecta a la fotosíntesis, causando pigmentación indebida en las hojas, haciendo peligrar el crecimiento y reduciendo la productividad agrícola. En un momento en el que el mundo necesitará alimentar a una población mayor que la actual, es vital asegurar que para entonces la capacidad agrícola del mundo no se vea comprometida por la presencia excesiva de ozono cerca de la superficie, tal como advierte Val Martin. El modelo con el que ha trabajado el equipo muestra que probablemente se requieran controles más severos de ciertas emisiones, tales como óxidos de nitrógeno o metano, que contribuyen a los niveles de ozono.






