Un intento de suicidio del padre o la madre aumenta el riesgo de que su niño o niña haga lo mismo

Un intento de suicidio por parte de un padre o una madre multiplica por cinco las posibilidades de que un hijo lo intente también, a juzgar por los inquietantes resultados de una investigación reciente.

Otros estudios han establecido que el comportamiento suicida ciertamente puede afectar a más de un miembro de la familia, pero pocos han analizado en detalle la incidencia que dicho comportamiento paterno o materno tiene sobre los hijos.

El equipo del Dr. David A. Brent, del Centro Médico dependiente de la Universidad de Pittsburgh en Pensilvania, Estados Unidos, analizó los datos del seguimiento, durante un promedio de cerca de 6 años en cada caso, de los niños de padres con trastornos del estado de ánimo. El estudio incluyó a 701 hijos e hijas (de edades comprendidas entre los 10 y 50 años) de 334 padres con ese tipo de trastornos, de los cuales 191 (el 57,2 por ciento) habían intentado suicidarse.

De los 701 hijos, 44 (el 6,3 por ciento) habían intentado también suicidarse antes de participar en el estudio, y 29 (el 4,1 por ciento) lo probaron durante el seguimiento posterior. Los autores del estudio han encontrado un efecto directo del intento de suicidio del padre o la madre sobre el de su hijo o hija, incluso después de que los investigadores tuvieran en cuenta el historial de intentos anteriores por parte del hijo o hija y la transmisión familiar de trastornos del estado de ánimo.

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