Neurología
Tres millones de esquizofrénicos en Estados Unidos
La esquizofrenia es una enfermedad mental que suele mantenerse oculta por lo mucho que tiene de estigma social. Otras enfermedades mentales no tienen esta mala imagen, y por eso las personas que las padecen y sus familias no ocultan tan recelosamente tales casos. El resultado es que la esquizofrenia aparece como una enfermedad rarísima, que sólo muy pocas personas padecen. Pero no es así.
La esquizofrenia es una de las enfermedades mentales graves más comunes. Y afecta por igual a hombres y mujeres. Los enfermos experimentan síntomas como por ejemplo la incapacidad para distinguir entre la realidad y la imaginación, que se manifiesta a través de ideas delirantes y alucinaciones, entre otras cosas. La enfermedad tiende a comenzar entre los diecisiete y los veintitantos años de edad aproximadamente, y por regla general persiste durante el resto de la vida del enfermo.
Se calcula que la esquizofrenia afecta a un 1 por ciento de la población mundial, y que las personas aquejadas de esta enfermedad ascienden a casi 3 millones en Estados Unidos, donde varias líneas importantes de investigación están siendo llevadas a cabo últimamente.
Las evidencias indican que diversas combinaciones de anomalías genéticas, algunas de las cuales acentúan la susceptibilidad a influencias ambientales, pueden conducir a síntomas propios de la esquizofrenia.
Durante muchos años, la esquizofrenia se ha considerado una enfermedad causada estrictamente por problemas entre el individuo y su entorno social. Mucha gente creía que si las personas afectadas se enfrentaban a sus problemas, podrían superarlos. Pero diversos estudios en los últimos años han demostrado la existencia de disfunciones biológicas reales en las neuronas.
Por ejemplo, Fred Gage, del Laboratorio de Genética dependiente del Instituto Salk para Estudios Biológicos, ha trabajado recientemente en cultivos de neuronas en laboratorio, en el marco de una línea de investigación encaminada a apartar cualquier influencia ambiental y poder así observar el papel de los problemas biológicos subyacentes. Y sus resultados hasta el momento respaldan la existencia de disfunciones específicas en las neuronas de las personas esquizofrénicas.