Zoología
Hermanas compartiendo una larga travesía, una costumbre en una especie de pez
Las formas y las rutas de dispersión desde el lugar de nacimiento varían con las especies y las condiciones ecológicas. Muchos peces forman cardúmenes (bancos de peces) para evitar la depredación de otros seres acuáticos. Formar un cardumen con congéneres que además son parientes ofrece al pez una ventaja aún mayor en términos evolutivos ya que ello aumenta las posibilidades de que su linaje tenga continuidad.
Franziska Lemmel-Schädelin, Wouter van Dongen, Yoshan Moodley y Richard Wagner, del Instituto Konrad Lorenz de Etología en la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena, Austria, estudiaron la Neolamprologus caudopunctatus, una especie de pez de la familia Cichlidae endémica del lago Tanganica en África, uno de los mayores del mundo. Los investigadores estudiaron la influencia del sexo y el tamaño en la dispersión de los individuos y en su comportamiento a la hora de agruparse en cardúmenes.
Lemmel-Schädelin y sus ayudantes llevaron a cabo una serie de inmersiones para estudiar el comportamiento de dispersión y las relaciones entre más de 900 individuos. En estas inmersiones, extrajeron muestras de ADN de las aletas dorsales y documentaron el tamaño del cuerpo y el sexo del pez. Un análisis de los datos mostró que a lo largo de sus vidas, las hembras se dispersaron más lejos de sus zonas de nacimiento originales que los machos.
Para evitar la endogamia y la competición por los recursos, es habitual entre muchos animales que un sexo se disperse más lejos de su lugar de nacimiento que el otro. La dispersión de los machos suele ser la mayor entre los mamíferos, quedando las hembras más cerca de su zona de cría original.
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Sin embargo, en el caso de los peces estudiados por el equipo de Lemmel-Schädelin, al parecer son las hembras las que más se dispersan. Concretamente, ellas se dispersan alrededor de 11 veces más lejos de sus lugares de crianza que los machos. Esto naturalmente implica un cierto riesgo para las hembras. El equipo de investigación encontró algo llamativo al respecto: Observó que las hembras, sobre todo las más jóvenes, tendían a compartir cardumen con sus hermanas. Lo hacen probablemente para minimizar los riesgos de la dispersión a larga distancia y para incrementar las oportunidades de que al menos un miembro de la familia pueda conseguir completar con éxito el viaje y su ciclo de vida.
Los resultados de este estudio se han publicado en la revista académica Oecologia, editada por Springer.






