Astronáutica
Segunda salida extravehicular con susto
La segunda salida extravehicular (EVA) programada para preparar el acoplamiento de futuras naves tripuladas comerciales, en la estación espacial internacional, estuvo protagonizada de nuevo por los astronautas Barry Wilmore y Terry Virts, el 25 de febrero. Todo fue bien, pero una vez dentro de la esclusa, Virts anunció la presencia de un poco de agua en el interior de su escafandra.
Algo parecido ocurrió en 2013, pero la gran cantidad de agua presente entonces obligó a acortar la duración de la excursión, debido a su peligrosidad. El examen del traje afectado detectó un filtro parcialmente obturado. Lo que ha ocurrido en esta última EVA aún debe ser investigado.
La EVA empezó con la apertura de la escotilla en el módulo Quest, a las 11:48 UTC. Los dos astronautas salieron al exterior inmediatamente e iniciaron las tareas previstas. Durante el tiempo que estuvieron fuera, instalaron los dos cables que faltaban y se retiró una cubierta térmica en el puerto de atraque PMA-2. Además, Virts trabajó en el dispositivo de agarre del brazo robótico Canadarm-2 (LEE-A), al que lubricó durante un largo período, mientras que Wilmore se dedicó a preparar la instalación de los cables que se colocarán durante la próxima salida extravehicular.
Completadas las tareas, los astronautas regresaron al interior del módulo Quest, cerrando la escotilla a las 18:29 UTC. Tras la represurización y la entrada de los compañeros de misión, que les ayudarían a desprenderse de los trajes, se advirtió la presencia del agua dentro del casco de Virts. La cantidad era escasa y no puso en peligro la vida del astronauta. Sin embargo, la revisión de la anomalía podría retrasar la realización de la próxima EVA, inicialmente planeada para el día 1 de marzo.
La que se llevó a cabo el miércoles es la número 30 desde el segmento estadounidense, y duró 6 horas y 43 minutos.