Paleontología
El dragón de Qijiang, ¿un nuevo vínculo entre los dragones mitológicos y ciertos dinosaurios?
Antes de que la paleontología surgiera como ciencia que estudia, a partir de sus restos, a los seres extintos mucho tiempo atrás, el hallazgo accidental de restos de esta clase debió causar no pocos sobresaltos a las gentes sencillas de la antigüedad. De igual modo que los primeros restos desenterrados de grandes dinosaurios en Europa fueron interpretados por algunos como esqueletos de bestias diabólicas y por tanto prueba palpable de la existencia material del infierno y los demonios, cabe plantearse si el mito de los dragones que tanta popularidad histórica ha tenido en países como China pudo nacer de hallazgos fortuitos de restos fósiles de algunos dinosaurios por parte de gentes de la antigüedad.
El dragón de Qijiang, una especie hasta ahora desconocida de dinosaurio de cuello largo, podría ser un ejemplo de animal extinto con restos fósiles capaces de inspirar una leyenda en ausencia de la ciencia. Esta nueva especie se ha identificado como tal gracias al hallazgo en China de unos restos fósiles y al posterior análisis minucioso de los mismos. A la bestia se le ha dado el sugerente nombre de Qijianglong, que significa “Dragón de Qijiang”. El nombre hace referencia a la ciudad de Qijiang, cerca de la cual fueron encontrados los restos fósiles, y alude a esas fascinantes criaturas de la mitología que son los dragones y que en ciertos aspectos tenían un sospechoso parecido con algunos dinosaurios. Tal como plantea uno de los autores del estudio sobre el nuevo dinosaurio, el mito del dragón pudo nacer de casos de gentes de la antigüedad encontrando esqueletos fosilizados de dinosaurios como este. Saber de la existencia local de tales restos sin duda pudo atemorizar a los lugareños, al ser incapaces de descartar que en su entorno aún vivieran bestias de esa clase.
La bestia documentada por el equipo de Tetsuto Miyashita, Lida Xing y Philip Currie, de la Universidad de Alberta en Canadá, medía en vida unos 15 metros de longitud y vivió hace unos 160 millones de años, a finales del Jurásico.
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El yacimiento paleontológico fue hallado de manera casual por trabajadores de la construcción en 2006, y las posteriores excavaciones revelaron una serie de grandes vértebras del cuello, así como la cabeza que, increíblemente, estaba aún unida a este último. Es poco habitual encontrar juntos a la cabeza y el cuello de un dinosaurio de cuello largo.
La nueva especie pertenece a la familia de dinosaurios conocida como Mamenchisauridae, caracterizada por sus cuellos extremadamente largos, que a veces suponen hasta la mitad de la longitud de sus cuerpos. La mayoría de los saurópodos, o dinosaurios de cuello largo, tienen cuellos con solo un tercio de la longitud de sus cuerpos.
A diferencia de otros animales de esa familia, el Qijianglong tenía vértebras del cuello que estaban llenas de aire, lo que los hacía relativamente ligeros a pesar de su enorme tamaño.
Los dinosaurios de la familia Mamenchisauridae solo se encuentran en Asia, pero el descubrimiento del Qijianglong revela que podría haber tantas diferencias entre ellos como las hay entre los dinosaurios de cuello largo de continentes diferentes.
El Qijianglong demuestra que los dinosaurios de cuello largo se diversificaron de formas particulares en Asia durante la época jurásica. Algo muy especial debía estar pasando en ese continente, tal como valora Miyashita. "En ninguna otra parte podemos encontrar dinosaurios con cuellos más largos que los de los dinosaurios de China”, subraya. El nuevo dinosaurio respalda la idea de que estas exóticas especies vivían aisladas del resto del mundo.






