Ciencia de los Materiales
Microcápsulas para capturar y almacenar dióxido de carbono
Las centrales generadoras de electricidad son la fuente individual más grande de dióxido de carbono (CO2), un gas con efecto invernadero que atrapa el calor y calienta el planeta. Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, según datos de la Agencia estadounidense de Protección Ambiental (EPA), las centrales que emplean carbón y gas natural fueron responsables de un tercio de las emisiones estadounidenses de gas con efecto invernadero en 2012.
Esta es la razón por la que la agencia ha propuesto leyes que ordenen reducir de forma drástica las emisiones de carbono en todas las centrales eléctricas de nueva construcción que empleen combustibles fósiles. Satisfacer los nuevos estándares requerirá que los operadores de dichas centrales las equipen con tecnología que atrape al carbono.
La actual tecnología de captura del carbono utiliza disolventes para separar el CO2 del gas que escapa por las chimeneas de una central. Pero estos procesos vanguardistas son caros, suponen una reducción notable de la producción energética de la planta, y producen subproductos tóxicos.
La situación podría mejorar mucho en un futuro cercano, gracias a una nueva clase de materiales que posibilitan un proceso más seguro, más barato y energéticamente más eficiente para retirar el gas con efecto invernadero de las emisiones de las centrales eléctricas, y que es fruto del trabajo de un equipo de científicos dirigido desde la Universidad Harvard y el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL), ambas instituciones en Estados Unidos.
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El equipo de Jennifer A. Lewis empleó una técnica de ensamblaje microfluídico para producir microcápsulas que contienen agentes líquidos capaces de atrapar CO2 y alojados en carcasas de polímero altamente permeables. Tienen importantes ventajas de rendimiento sobre los materiales de absorción de carbono que se usan en las técnicas convencionales de captura y almacenamiento de este.
La nueva técnica emplea como material para atrapar y retener CO2 a una sustancia abundante y respetuosa con el medio ambiente: el carbonato de sodio. Las nuevas microcápsulas alcanzan un incremento de un orden de magnitud en la tasa de absorción del CO2, en comparación con las sustancias usadas actualmente en la captura del carbono. Otra ventaja: Muchas de estas sustancias usadas en las técnicas convencionales se descomponen con el paso del tiempo, mientras que los carbonatos tienen una vida útil virtualmente ilimitada.



