Paleontología
Cien millones de años atrás ya había hongos como el del LSD
Un fósil de ámbar perfectamente conservado procedente de Myanmar (país anteriormente conocido como Birmania) alberga no solo uno de los ejemplos más antiguos conocidos de hierba -de unos 100 millones de años de antigüedad- sino que además revela, en su parte superior, la presencia de un hongo similar al ergot o cornezuelo.
El cornezuelo contiene, entre otras sustancias, ácido lisérgico, precursor de la famosa droga alucinógena conocida como LSD. Este hongo protagonizó no pocas intoxicaciones alimentarias en la antigüedad, e incluso se le atribuyen, por dicho efecto alucinógeno, las causas de numerosos sucesos que en su día fueron considerados sobrenaturales y obra del demonio o de brujas. Hay incluso una hipótesis que le sitúa como desencadenante de los tristemente célebres juicios por brujería en Salem, acaecidos en 1692 y 1693 en el estado estadounidense de Massachusetts, por aquel entonces colonia británica.
El hongo en el fósil de ámbar descubierto por el equipo de George Poinar, Jr., de la Universidad Estatal de Oregón en Corvallis, Estados Unidos, pertenece a una especie extinta, Palaeoclaviceps parasiticus. Pero es muy similar al hongo de la especie Claviceps purpurea, conocido con nombres populares como ergot, cornezuelo o tizón.
El fósil, obtenido de minas de ámbar en Myanmar, data de 97 a 110 millones de años atrás, entre el periodo Cretácico temprano y el medio, cuando la Tierra estaba aún dominada por dinosaurios y coníferas, pero las primeras plantas con flores, hierbas y pequeños mamíferos estaban empezando a emerger evolutivamente.
Mucho después en la historia de la evolución, las hierbas se convertirían en una de las formas de vida más predominantes de la Tierra, creando praderas enormes, alimentando a rebaños de animales, y permitiendo finalmente la domesticación de muchos animales a través de los pastos y el cultivo de muchas especies vegetales alimenticias de consumo humano. El surgimiento de la agricultura cambió por completo el desarrollo de la raza humana, y se estima ahora que las hierbas o pastos suponen cerca del 20 por ciento de la vegetación global.
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Este fragmento de planta del Cretácico medio tiene unos 100 millones de años. Preservado en ámbar, es el fósil más antiguo conocido de las plantas de su clase. Está recubierto en su punta por un hongo parásito muy similar al actual cornezuelo. (Foto: Universidad Estatal de Oregón)
Pocos hongos han tenido un impacto histórico mayor en la sociedad humana que el cornezuelo, y ahora sabemos que los hongos de esta clase se remontan a la época más temprana de la evolución de las hierbas. Estos hongos parecen pues haber coevolucionado con dichas plantas desde prácticamente el inicio de su historia evolutiva.
El hallazgo hecho por estos científicos es de gran importancia y ayudará a conocer mejor la cronología evolutiva de las plantas de este tipo, que ahora constituyen la base del suministro alimenticio para la humanidad, a través de cultivos como el trigo, el arroz y el maíz.
A buen seguro que hongos como el descubierto fueron ingeridos por dinosaurios herbívoros, aunque no podemos saber qué efecto exacto tuvo sobre ellos.
El ámbar comienza como savia de un árbol, que puede fluir hasta cubrir por completo animales y plantas pequeños, preservándolos a través de un proceso de fosilización que convierte al producto en una piedra semipreciosa. Poinar es una de las máximas autoridades mundiales en el examen de tales especímenes y en su utilización para aprender más sobre los ecosistemas prehistóricos.



