Paleoclimatología
¿Fue un cataclismo volcánico el golpe de gracia que extinguió a los neandertales?
Una colosal erupción volcánica desencadenada en la zona de Campania, Italia, hace 40.000 años, constituyó uno de los cataclismos volcánicos más grandes en Europa e inyectó una notable cantidad de dióxido de azufre en la estratosfera. La comunidad científica ha debatido desde hace tiempo si esta erupción contribuyó a la extinción final de los neandertales. En un nuevo estudio, el equipo internacional de Benjamin Black, de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos, ha puesto a prueba esta hipótesis con un sofisticado modelo climático.
La erupción coincidió aproximadamente con el declive final de los neandertales así como con los espectaculares avances territoriales y culturales de los humanos anatómicamente modernos. Debido a esto, los papeles del clima, la competición entre homíninos, así como la lluvia ácida y la acción refrigerante del azufre a raíz de la actividad volcánica, han sido debatidos de forma intensa como causas de la extinción neandertal.
Conviene tener en cuenta que el declive de los neandertales en Europa se inició mucho antes de esa colosal erupción. La datación mediante radiocarbono ha mostrado que en el momento de la erupción, los humanos anatómicamente modernos ya habían llegado a Europa, y que el área de distribución geográfica de los neandertales había disminuido de forma continuada.
Esta imagen muestra los promedios anuales anómalos de temperatura superiores a una variación de 3 grados centígrados en el primer año después de la colosal erupción volcánica de hace 40.000 años en la zona de Campania, Italia, así como la distribución espacial de asentamientos conocidos de homíninos de aquella época. (Imagen: “Campanian Ignimbrite volcanism, climate, and the final decline of the Neanderthals”. Benjamin A. Black, Ryan R. Neely, Michael Manga. 2015. Journal Geology.)
En sus simulaciones climáticas, Black y sus colegas han encontrado que las disminuciones más grandes de temperatura después de la erupción sucedieron en el Este de Europa y Asia, teniendo en cambio poco efecto en las áreas donde estaban viviendo las últimas poblaciones de neandertales (esencialmente Europa occidental). Por tanto, los autores del nuevo estudio concluyen que la erupción fue probablemente insuficiente para desencadenar su extinción.
Sin embargo, la abrupta racha de frío que siguió a la erupción sí pudo afectar de forma notable la vida diaria de los neandertales y de los humanos anatómicamente modernos en Europa. Las temperaturas en Europa occidental debieron disminuir de 2 a 4 grados centígrados en promedio, durante el año que siguió a la erupción.