Astronomía
Misterio en torno a una nube de polvo y una aurora sobre Marte
La sonda espacial MAVEN de la NASA observó dos inesperados fenómenos a gran altitud sobre Marte, ambos inexplicados: una nube de polvo flotando muy por encima de lo que sería normal, y una aurora adentrándose mucho más de lo previsible en la atmósfera marciana.
La presencia del polvo a altitudes orbitales, desde unos 150 kilómetros (93 millas) a unos 300 kilómetros (190 millas) por encima de la superficie, no había sido contemplada por ninguna teoría. En cualquier caso, y aunque la fuente y la composición del polvo son desconocidos, no supone ningún peligro para la MAVEN ni para otras naves que giran alrededor de Marte.
“Si el polvo se origina a partir de la atmósfera, esto sugiere que se nos escapa algún proceso fundamental en la atmósfera marciana”, confiesa Laila Andersson, investigadora del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial, dependiente de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos.
La nube ha estado presente todo el tiempo que la MAVEN ha estado operando. No se sabe si es un fenómeno temporal o algo de larga duración. La densidad de la nube es mayor a altitudes más bajas. Sin embargo, incluso las áreas más densas son muy finas.
Las fuentes posibles para el polvo observado incluyen a la atmósfera, desde la cual de algún modo el polvo se habría elevado hasta la altitud a la que se le ha detectado; polvo procedente de Fobos y Deimos, las dos lunas de Marte; polvo presente en el viento solar desplazándose desde el Sol; o restos procedentes de cometas orbitando alrededor de nuestra estrella. Sin embargo, ningún proceso conocido en Marte puede explicar la aparición del polvo en los lugares observados procedente de cualquiera de esas fuentes.
La MAVEN también observó un brillante resplandor ultravioleta de aurora abarcando el hemisferio norte de Marte. Las auroras, conocidas también en la Tierra, son causadas por partículas energéticas como los electrones precipitándose sobre la atmósfera y haciendo que el gas brille.
Lo que resulta especialmente sorprendente de la aurora observada es la cota a la que ha sido observada, mucho más abajo que en la Tierra o en cualquier otro lugar de Marte. Los electrones que la produjeron debieron ser realmente muy energéticos.
La fuente de las partículas energéticas parece ser el Sol. Hace algunos miles de millones de años, Marte perdió un campo magnético protector global como el que tiene la Tierra, así que las partículas solares pueden desde entonces golpear directamente la atmósfera marciana. Los electrones que producen la aurora tienen unas 100 veces más energía que la que exhibe una chispa típica causada por la corriente eléctrica doméstica, de modo que pueden penetrar profundamente en la atmósfera del Planeta Rojo.