Astronomía
Atmósfera a tres mil grados centígrados y con vientos supersónicos
Es difícil imaginarse un planeta con una atmósfera tan caliente que en ella metales como el hierro puedan hallarse en estado gaseoso. Sin embargo, tal mundo existe, y una investigación llevada a cabo por científicos de las universidades de Ginebra y Berna, en Suiza, ha revelado la verdadera magnitud de algunas de sus condiciones ambientales.
El equipo de Aurélien Wyttenbach ha realizado nuevas mediciones, al parecer mucho más precisas que todas las anteriores, de la temperatura en la atmósfera de HD189733b, un exoplaneta (planeta de fuera de nuestro sistema solar) situado a unos 63 años-luz de la Tierra.
HD189733b gira en torno a su sol a una distancia de tan solo unos 5 millones de kilómetros, menor que la que separa a Júpiter de algunos de sus satélites. Debido a esa cercanía, HD189733b tarda poco más de 2 días en dar una vuelta completa en torno a su estrella, la cual tiene un 80 por ciento de la masa de nuestro Sol. La cercanía de HD189733b a su estrella es lo que le hace tan tórrido. Se trata de un planeta bastante grande, con una masa un 13 por ciento mayor que la de Júpiter; sin embargo, el terrible calor le está haciendo perder masa con rapidez. Nada menos que 600.000 toneladas de materia son las que, al parecer, pierde cada segundo. El planeta se está evaporando literalmente.
Los resultados de los nuevos análisis hechos por Wyttenbach y sus colegas indican que el calor reinante en ese mundo es mucho más elevado de lo que se creía. Con una temperatura que llega a los 3.000 grados centígrados, y vientos con velocidades capaces de superar a la del sonido y que en las capas más altas podrían rebasar los 20.000 kilómetros por hora, el planeta HD189733b es el que más merece ser llamado infierno de entre todos los conocidos.