Medicina
Inesperada capacidad de un fármaco anticáncer para promover la regeneración de la médula espinal
Los daños en la médula espinal raramente sanan porque las células nerviosas afectadas no consiguen regenerarse. Sus largas fibras nerviosas no logran volver a crecer debido al tejido cicatricial y a procesos moleculares dentro de los nervios. La inesperada capacidad de un fármaco anticáncer para promover la regeneración de la médula espinal podría contribuir a cambiar esta situación.
Las células nerviosas son conductores parecidos a cables que transmiten y reciben señales en forma de impulsos eléctricos. Esta función puede verse deteriorada por accidentes o enfermedades. Que unos nervios afectados puedan o no recuperarse depende mucho de su ubicación: por ejemplo, las células nerviosas en las extremidades, el torso y la nariz pueden regenerarse hasta cierto punto y recuperar algunas o todas sus funciones.
En cambio, las neuronas en el cerebro y la médula espinal carecen de esta capacidad. Si son dañadas por accidentes o enfermedades, es probable que el paciente sufra una parálisis permanente o de muy larga duración, u otras discapacidades.
Un equipo internacional liderado por Frank Bradke del Centro Alemán para las Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE por sus siglas en alemán), adscrito a la Asociación Helmholtz, ha descubierto recientemente una posible vía terapéutica nueva basada en un producto inesperado: un fármaco anticáncer.
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En estudios animales, ese medicamento, la epotilona, redujo la formación de tejido cicatricial en heridas de la médula espinal, y estimuló el crecimiento en células nerviosas dañadas.
Ambas cosas promovieron la regeneración neuronal y mejoraron las capacidades motoras de los animales.



