Psicología
Los niños expuestos a más de un idioma tienden a desarrollar mejores habilidades de comunicación
Los niños pequeños que escuchan hablar en más de una lengua en casa suelen desarrollar mejores habilidades de comunicación, según los resultados de un nuevo estudio. Tener buenas habilidades de comunicación requiere ser capaz de adoptar los puntos de vista de otros. Los autores de la investigación descubrieron que a la hora de interpretar lo que quiere decir la persona que habla, los niños que viven en un entorno multilingües son mejores que los niños que están expuestos únicamente a su lengua materna. El hallazgo más novedoso es que los niños ni siquiera tienen que ser bilingües (conocer un segundo idioma tan bien como el primero); es la mera exposición a más de un lenguaje lo que es decisivo para forjar unas habilidades de comunicación efectivas.
En estudios anteriores ya se examinó cuáles son los efectos de ser bilingüe en el desarrollo cognitivo. La nueva investigación, a cargo del equipo de Katherine Kinzler, profesora de psicología en la Universidad de Chicago en Illinois, Estados Unidos, y una experta en lenguaje y desarrollo social, es la primera en demostrar los beneficios sociales de la mera exposición del niño a múltiples lenguas.
Los sujetos de estudio fueron 72 niños de entre 4 y 6 años. Procedían de uno de tres entornos lingüísticos: monolingües (niños que escuchaban y hablaban solo inglés y tenían poca experiencia con otros lenguajes); expuestos a otro idioma (niños que principalmente escuchaban y hablaban inglés, pero que tenían una cierta exposición regular a hablantes de otra lengua); y bilingües (niños que estaban expuestos a dos lenguajes de manera regular y que podían hablarlos y entenderlos). Había 24 niños en cada grupo.
Los niños expuestos a más de un idioma tienden a desarrollar mejores habilidades mentales para la comunicación, como simbolizan los tres elementos principales de esta ilustración: una neurona, palabras en dos idiomas, y un gráfico de sonido. (Imagen: Amazings / NCYT / JMC)
En una serie de pruebas que requerían en los niños la habilidad de imaginarse en la situación de su interlocutor adulto e interpretar correctamente a qué se refería con sus comentarios, los niños monolingües solo lograron acertar en aproximadamente el 50 por ciento de las veces. Los niños en el grupo de los expuestos a otro idioma acertaron en el 76 por ciento de las ocasiones, y los del grupo bilingüe lo lograron en el 77 por ciento de las veces.
Los niños en entornos multilingües tienen mucha práctica a la hora de determinar quién habla a quién, y en cuál de los idiomas, así como en observar los patrones sociales que se forman sobre la base del uso del lenguaje. Estas experiencias socio-lingüísticas tempranas podrían reforzar la capacidad de los niños para entender los puntos de vista de otras personas, y agudizar además sus habilidades de comunicación.