Ingeniería
Un “espantapájaros” sónico para ahuyentar elefantes
Los espantapájaros tradicionales se han venido usando para ayudar a proteger a los cultivos frente a pájaros. Pero, ¿cómo hacer que un elefante se marche de un campo agrícola en el que ha entrado a devorar cultivos? A un elefante no se le puede asustar como a un pájaro. Descartando métodos violentos y expeditivos como el de herirle o matarle a balazos, cuyo uso es poco deseable por varias razones, las opciones son pocas, y por regla general se centran en rodear el campo con una valla electrificada o con un foso, recursos caros y aparatosos.
Unos investigadores han descubierto una forma más barata, más simple, y aparentemente igual de eficaz para lograr que los elefantes no penetren en los campos agrícolas: Engañarlos haciéndoles creer que el terreno está repleto de campesinos furiosos y previsiblemente armados, así como de diversas bestias peligrosas. Por supuesto, un elefante verdaderamente decidido a salirse con la suya, se enfrentará a humanos y fieras, y tiene bastantes probabilidades de matarlos o ponerlos en fuga, pero la posibilidad de sufrir heridas él mismo durante el combate puede hacerle desistir de entrar en la zona protegida.
La técnica de engaño la ha ideado y ensayado en el sur de la India un equipo de científicos encabezado por Vivek Thuppil de la Universidad de Nottingham (campus de Malasia) y Richard G. Coss de la Universidad de California en Davis, Estados Unidos.
Utilizando un sistema de reproducción equipado con un sensor infrarrojo, los elefantes activaron grabaciones con sonidos de tigres y leopardos rugiendo, y gritos de campesinos furiosos, a medida que se aproximaban a los campos de los agricultores. De 41 intentos de incursión, los sonidos de tigre detuvieron al 90 por ciento, el sonido de leopardos disuadió al 73 por ciento y los gritos de humanos furiosos evitaron el 57 por ciento.
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Como consecuencia de la reducción progresiva del hábitat natural de los elefantes para destinar nuevas tierras a la agricultura y alimentar a la creciente población humana, el conflicto entre el Ser Humano y el elefante se ha incrementado notablemente en algunas regiones del mundo. La gran cantidad de comida vegetal que un elefante adulto necesita cada jornada puede llevarle a devorar o destrozar enormes cantidades de plantas agrícolas en una sola incursión. Además, como animales muy astutos que son, los elefantes tienden a escoger para sus asaltos los momentos en que saben que difícilmente habrá alguien protegiendo el campo; debido a ello sus incursiones nocturnas son comunes.



