Medicina
Éxito del primer nacimiento por embarazo y parto a partir de trasplante de tejido ovárico extraído y congelado en la infancia
Una mujer joven se ha convertido en la primera en el mundo en dar a luz a un niño sano después de que unos médicos restauraran su fertilidad mediante el trasplante de tejido ovárico que le había sido extirpado en su infancia y que se había conservado congelado desde entonces.
Aunque se sabe de casos previos de embarazos exitosos después de trasplantes ováricos utilizando tejido que había sido extraído de pacientes cuando eran adultas, no se había dado hasta ahora ningún caso utilizando tejido tomado de niñas antes de la pubertad, y la capacidad de dicho tejido ovárico inmaduro para desarrollarse y producir óvulos maduros no había estado clara.
A la paciente, que nació en la República del Congo, se le diagnosticó anemia falciforme cuando tenía 5 años de edad. Después de emigrar a Bélgica a la edad de 11 años, los médicos decidieron que su enfermedad era tan grave que debería ser tratada con un trasplante de médula ósea, pudiendo su hermano proporcionar el tejido coincidente. El procedimiento requiere que el sistema inmunitario del paciente sea desactivado antes del trasplante, para evitar el rechazo de la médula ósea, y esto se hace habitualmente usando quimioterapia o radioterapia, lo que puede dejar inservibles de modo permanente los ovarios.
Por tanto, antes de tratarla con quimioterapia, los doctores belgas extrajeron el ovario derecho de la paciente cuando tenía 13 años y 11 meses de edad, y congelaron fragmentos de tejido. No había iniciado las menstruaciones, aunque hubo señales de que había comenzado la pubertad, ya que sus pechos empezaron a desarrollarse cuando tenía 10 años.
El trasplante de médula ósea tuvo éxito, aunque la paciente desarrolló la enfermedad de injerto contra receptor, y tuvo que continuar con fármacos inmunosupresores durante 18 meses después de la operación. El ovario que le quedaba dejó de funcionar correctamente y cuando tenía 15 años los médicos le dieron una terapia hormonal de reemplazo para inducirle la aparición de la menstruación.
Fragmento de tejido ovárico en una caja de Petri antes de que fuera congelado y almacenado para su trasplante en fecha posterior. (Foto: Erasme Hospital, Université Libre de Bruxelles)
Diez años después, la paciente, que expresó su deseo de quedar embarazada, buscó ayuda profesional. Para poder recuperar su fertilidad, el equipo de la Dra. Isabelle Demeestere, ginecóloga e investigadora en la Clínica de Fertilidad y Laboratorio de Investigación sobre Reproducción Humana en el Hospital Erasmo, dependiente de la Universidad Libre de Bruselas en Bélgica, detuvo la terapia hormonal de reemplazo, descongeló algunos de los tejidos ováricos congelados (no todos) e injertó cuatro fragmentos en el ovario izquierdo que le quedaba, así como otros 11 fragmentos en otras partes del cuerpo.
El tejido trasplantado empezó a responder a sus hormonas y comenzó a producir exitosamente folículos que contenían óvulos en fase de maduración. La paciente empezó a menstruar cinco meses después y continuó teniendo ciclos menstruales regulares a partir de entonces. Debido a la infertilidad de su pareja, intentó una reproducción asistida pero lo dejó cuando su relación finalizó. Más de dos años después del trasplante, quedó embarazada de forma natural de su nueva pareja, a la edad de 27 años, y en noviembre de 2014 dio a luz un niño sano, el cual pesó 3.140 gramos. No ha habido complicaciones en los meses transcurridos desde entonces.
El ovario de la paciente continúa funcionando normalmente y sus médicos dicen que no hay razón por la que no pueda tener más bebés si así lo desea. Cuenta también con la posibilidad de recibir por otro trasplante con el tejido congelado que queda, si el ya injertado deja de funcionar.
En el trabajo también ha participado Federica Moffa, actualmente en el Servicio de Reproducción Asistida del Instituto Marqués en Barcelona, Cataluña, España.