Medicina
DDT y cáncer de mama, sale a la luz otro más de los efectos ocultos del “insecticida estrella”
Un estudio basado en un seguimiento médico de 50 años, es el primero en relacionar directamente el riesgo de cáncer de mama con una exposición química prenatal al DDT. Los resultados revelan que dicha exposición induce en la mujer un riesgo 4 veces mayor de sufrir cáncer de mama en la adultez.
El cáncer de mama fue precisamente lo que acabó de forma prematura con la vida de la bióloga estadounidense Rachel Carson, quien en 1962, dos años antes de fallecer, publicó su libro "Silent Spring" ("Primavera Silenciosa") en el que denunció, para escándalo de muchos y para incomodidad de bastantes otros, buena parte de los efectos nocivos que sobre el medio ambiente tiene el DDT, un insecticida sintético que comenzó a utilizarse en la década de 1940 y que cobró un creciente protagonismo. El libro, así como las investigaciones que se originaron a partir de él, abrieron los ojos definitivamente a la comunidad científica, a la clase política y a la sociedad sobre los graves peligros del DDT, el cual fue prohibido en muchos países por sus riesgos para la salud humana y el medio ambiente.
El seguimiento médico de más de 50 años de duración de una muestra de población femenina, y el posterior análisis de datos, indican que las mujeres que fueron expuestas a niveles más altos de DDT de forma prenatal tenían casi cuatro veces más probabilidades de ser diagnosticadas con cáncer de mama al ser adultas que las que fueron expuestas a niveles más bajos antes de nacer. Así lo ha determinado el equipo de Barbara A. Cohn, del Instituto de Salud Pública en Berkeley, California, y Michele La Merrill, de la Universidad de California en Davis, ambas instituciones en Estados Unidos.
En su día, el DDT se usó profusamente, como puede verse en esta imagen de la época. Era muy eficaz como insecticida, y aún se desconocían los efectos secundarios en humanos que condujeron tiempo después a su prohibición en muchas naciones. (Foto: CDC)
Los resultados de la investigación se han publicado en la revista académica Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism (JCEM), de la Sociedad Endocrina (Endocrine Society), una organización fundada en 1916 y que hoy cuenta con 17.000 miembros de más de 100 países.
A pesar de estar prohibido en muchos países desde los años 70, el DDT continúa bastante presente en el medio ambiente y sigue siendo usado en África y Asia. Muchas mujeres que fueron expuestas a él prenatalmente en los años 60, cuando el pesticida fue utilizado ampliamente en Estados Unidos y muchos otros países, están ahora alcanzando la franja de edad en que mayor es su riesgo de desarrollar cáncer de mama.
El DDT estuvo entre los primeros agentes reconocidos de perturbación endocrina. En estudios anteriores al ahora presentado, se constató que la exposición a él está relacionada con defectos de nacimiento, menor fertilidad y mayor riesgo de diabetes Tipo 2.