Astronáutica
Método exótico de vela solar para dar apoyo logístico a viajes tripulados a Marte
La E-sail es una novedosa tecnología de vela solar eléctrica, que no necesita combustible para propulsar un vehículo por el espacio, y que fue inventada en Finlandia en 2006. La E-sail utiliza cables muy largos y cargados que convierten el impulso originado en el flujo natural del viento solar en empuje para naves espaciales. Una investigación reciente indica que esta clase de propulsión podría hacer los viajes tripulados a Marte mucho más viables económicamente.
El equipo de Pekka Janhunen, del Instituto Meteorológico Finlandés, ha determinado que este tipo de vela solar podría hacer realizable la minería de asteroides, al proporcionar, en esencia, una logística gratuita en el sistema solar, fuera de la magnetosfera terrestre.
Después de encontrar un asteroide adecuado dotado de agua, una unidad de minería, impulsada por la nueva vela solar, podría ser enviada a extraerla del suelo de dicho cuerpo. Esto podría lograrse calentando el material y dejado que el paulatino vapor de agua se condensase en un contenedor frío. Cuando este último se llenase, se separaría de la unidad de minería y sería transportada mediante la vela solar hasta la órbita de Marte o de la Tierra, donde el agua sería descompuesta en hidrógeno y oxígeno, y estos licuados. El combustible de oxígeno e hidrógeno líquidos (LH2/LOX) podría ser empleado después para llenar los depósitos de vehículos tripulados que se dispusieran a hacer un trayecto entre la Tierra y Marte.
Los puntos clave del nuevo modo de emprender vuelos tripulados a Marte, con el apoyo logístico basado en la innovadora clase de vela solar, son los siguientes: El equipamiento automatizado enviado mediante la vela solar desde la Tierra a un asteroide permite extraer agua de él. Descompuesta en oxígeno e hidrógeno, sirve de combustible y se envía a una órbita terrestre y a otra marciana, estableciendo algo así como sendas “gasolineras” para repostar. Equipamiento diverso se lanza también de la órbita terrestre a la marciana. Todos estos trayectos se realizan mediante el nuevo tipo de vela solar. El escenario queda listo para un viaje tripulado de ida y vuelta que en este caso sí se realiza mediante propulsión química por su menor tiempo de travesía y que no requiere cargar con todo el combustible del viaje al despegar de la superficie terrestre. (Imagen: Instituto Meteorológico Finlandés)
Teniendo en cuenta el alto coste y las dificultades inherentes a enviar carga desde la superficie de la Tierra al espacio, y también, aunque menores, los de hacerlo desde Marte al espacio, no tener que transportar al despegar todo el combustible que se necesitará para el viaje completo puede reducir de forma espectacular la masa en el lanzamiento. Eso puede lograrse si el resto del combustible se obtiene y traslada del modo descrito, mediante el nuevo tipo de vela solar.