Biología
Descubren un sitio donde nuestro cuerpo guarda un registro antiguo de las infecciones que sufrimos en la infancia
Unos inmunólogos han identificado un conjunto distintivo de células longevas productoras de anticuerpos, alojado en la médula ósea humana y que funciona como un archivo inmunológico específico para antígenos víricos a los cuales el individuo estuvo expuesto en su infancia pero no en los últimos 40 años.
Estas células mantienen un catálogo de cómo el sistema inmunitario de una persona madura respondió a las infecciones que le fueron provocadas durante su infancia al toparse con microorganismos como el virus del sarampión o el de las paperas.
El descubrimiento puede proporcionarles a los diseñadores de vacunas un recurso estratégico fundamental cuando el principal objetivo a alcanzar sea la producción duradera de anticuerpos.
Este recurso estratégico sería el de poder colocar en este compartimiento células que respondan al antígeno seleccionado como objetivo en una nueva vacuna.
Los resultados de la investigación llevada a cabo por el equipo de los doctores Iñaki Sanz y F. Eun-Hyung Lee, de la Universidad Emory en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, podrían también ayudar a hacer progresos en la lucha médica contra enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso o la artritis reumatoide, al definir mejor las células que producen anticuerpos autorreactivos.