Física
Explorando los secretos del grado de deslizamiento de átomos sobre superficies
Es posible variar (incluso drásticamente) las propiedades de deslizamiento de átomos sobre una superficie mediante la modificación del tamaño y la “compresión” de sus conglomerados: un estudio teórico y experimental ha profundizado en ello.
El equipo de Roberto Guerra, de la Escuela Internacional de Estudios Avanzados (SISSA) en Trieste, Italia, y Giampaolo Mistura, de la Universidad de Padua en el mismo país, ha comprobado hasta qué punto se puede pasar abruptamente de un estado de superlubricidad a uno de fricción extremadamente alta, variando algunos de los parámetros del sistema que se está investigando.
En este estudio, Guerra, Mistura y sus colegas utilizaron átomos de xenón enlazados entre sí para formar “islas” bidimensionales (de 1 átomo de grosor), depositadas sobre una superficie de cobre (un “mar”). A bajas temperaturas, estos conglomerados se deslizan sin prácticamente fricción.
Los autores del estudio aumentaron el tamaño de las islas añadiendo átomos de xenón hasta que toda la superficie disponible quedó cubierta.
Cuando el espacio disponible se acabó y la adición de átomos ocasionó que las islas se comprimieran, entonces se produjo un aumento excepcional de la fricción.
![[Img #29468]](upload/img/periodico/img_29468.jpg)
En resumen, las nanoislas de xenón se deslizaban sin apenas fricción sobre un mar de cobre, pero cuando se hacían demasiado grandes (y demasiado densas), acababan encallándose.
El estudio es el primero en demostrar que es posible variar drásticamente las propiedades de deslizamiento de los nanoobjetos. Al equipo de Guerra y Mistura se le ocurren varias aplicaciones para esto. Por ejemplo, se podrían desarrollar nanorrodamientos que, bajo ciertas condiciones, sean capaces de bloquear su movimiento de una forma completamente reversible.



