Astronáutica
La sonda espacial MRO cumple una década fuera de la Tierra
Cumpliéndose este mes diez años desde su lanzamiento, el MRO (Mars Reconnaissance Orbiter) de la NASA sigue observando Marte desde una órbita en torno a él y enviando a la Tierra valiosísima información sobre el Planeta Rojo.
Hasta la fecha, ha completado 40.000 órbitas en torno a Marte, y enviado 250 terabits de datos (tantos como casi cuatro meses seguidos de video de alta definición).
El orbitador desempeña un papel clave en los planes actuales de la NASA para los próximos viajes a Marte. Las imágenes de la sonda, mostrando detalles tan pequeños como un escritorio, ayudan en el análisis de potenciales lugares de aterrizaje para el vehículo de descenso InSight (cuyo lanzamiento al espacio está previsto que se realice en 2016) y para el robot Mars 2020 (que debiera partir de la Tierra en 2020). Los datos del orbitador se usarán también en el marco del proceso recientemente anunciado por la NASA de examinar y seleccionar lugares candidatos en los que astronautas humanos explorarían por vez primera la superficie marciana, durante la década de 2030.
El orbitador fue lanzado por un cohete Atlas-V el 12 de agosto de 2005. (Ver aquí la crónica sobre el despegue y la primera corrección de trayectoria, que los redactores de NCYT de Amazings escribimos y publicamos el 29 de agosto de 2005: http://www.amazings.com/ciencia/noticiasn/290805b.html)
El momento más importante después del lanzamiento fue la entrada en órbita a Marte el 10 de marzo de 2006. El encendido durante 27 minutos de los motores principales de la sonda, necesario para una captura orbital, fue programado de modo que se completaría mientras la nave se hallaba detrás de Marte, así que el equipo de la misión en la Tierra tuvo que esperar en un ambiente de máximo suspense la confirmación de que la maniobra había ido bien. Como estaba planeado, la órbita inicial era muy elíptica. Después vinieron casi cinco meses de aerofrenado, utilizando la fricción controlada de más de 400 pasos a través de la zona alta de la atmósfera, para encoger la órbita hasta su forma casi circular.
La misión primaria del MRO se inició en noviembre de 2006 y se prolongó durante un año marciano, equivalente a cerca de dos años terrestres. El orbitador ha utilizado seis instrumentos para examinar a distancia la superficie, el subsuelo y la atmósfera de Marte. La nave ha estado orbitando a una altitud de unos 300 kilómetros (186 millas) por encima de la superficie del Planeta Rojo, pasando cerca de los polos norte y sur unas 12 veces al día.
En sus años de exploración, la nave MRO ha encontrado pruebas de entornos diversos que una vez fueron húmedos, algunos más habitables que otros. Descubrió que el casquete polar sur de Marte contiene suficiente hielo de dióxido de carbono enterrado como para duplicar la actual atmósfera del planeta si se calentara. La MRO también ha sido testigo de avalanchas y tormentas de arena mientras ocurrían. Su longevidad ha hecho posible estudiar cambios estacionales y a largo plazo a lo largo de cuatro años marcianos. Estos estudios documentan actividades tales como dunas móviles, cráteres de impacto recién excavados (algunos de los cuales han expuesto al exterior hielo del subsuelo), y misteriosas franjas que se oscurecen y se debilitan con las estaciones y cuya mejor explicación es que se trata de flujos de agua salada.