Geología
Los terremotos pueden cambiar las propiedades elásticas de la corteza terrestre a gran distancia
Es bien conocido que un terremoto en una parte del mundo puede desencadenar otros a miles de kilómetros de distancia. Pero, en una nueva investigación, se ha descubierto que esos terremotos provocados por otro son solo una señal externa de cambios mucho más extensos que tienen lugar internamente, por debajo de la superficie terrestre.
Los terremotos pueden cambiar de manera fundamental las propiedades elásticas de la corteza terrestre en regiones situadas a hasta 6.000 kilómetros de distancia, alterando su capacidad de soportar tensiones estructurales durante un periodo de hasta varias semanas, según el equipo de Andrew Delorey, del Laboratorio Nacional estadounidense de Los Álamos, y Kevin Chao, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos.
La investigación demuestra que la Tierra es geológicamente un sistema más dinámico e interconectado de lo que podría parecer, donde un gran terremoto puede crear una secuencia profusa de sucesos en cascada a miles de kilómetros de distancia.
Los terremotos ocurren cuando la tensión se acumula en una falla tectónica. Esta tensión causa que las dos superficies de la falla, que previamente se han quedado atascadas debido a la fricción, se muevan o se deslicen de pronto, liberando energía en forma de ondas sísmicas.
Estas ondas se manifiestan como las vibraciones que causan en la superficie la sacudida que tanto daño hace durante un terremoto, pero también se manifiestan como ondas capaces de viajar miles de kilómetros bajo el suelo.
Cuando una de estas ondas subterráneas de un terremoto pasa de alguna forma junto a otra región de fallas, cambia el equilibrio entre las propiedades de fricción que mantienen a las superficies enganchadas, la elasticidad que permite a la corteza soportar la tensión, y el estado de tensión estructural que puede hacer provocar un súbito desplazamiento, y con él un nuevo terremoto.