Astronáutica
Hacia el diseño de una nave capaz de recoger una roca de varias toneladas de un asteroide y ponerla en órbita lunar
La agencia espacial estadounidense (NASA) comenzará próximamente a examinar conceptos de diseño para una nave impulsada por propulsión iónica solar para la misión ARRM (Asteroid Redirect Robotic Mission).
Esta misión proporcionará las primeras muestras a gran escala de un asteroide, sobre las que se llevarán a cabo investigaciones y análisis para entender mejor la composición y la naturaleza de estos cuerpos planetarios primigenios, los cuales podrían llevar a un uso futuro e in situ de recursos asteroidales. La misión utiliza y amplía a un tiempo la capacidad de la NASA de detectar, caracterizar y mitigar la amenaza que estas rocas espaciales suponen para nuestro planeta. La prioridad más alta del programa del cual forma parte la misión ARRM es demostrar de manera asequible nuevas capacidades necesarias para las futuras misiones de astronautas a Marte.
Entre estas tecnologías a ensayar para su futuro uso en una misión tripulada a Marte figura la de un sistema de propulsión iónica solar para espacio profundo 20 veces mejor que los precedentes, capaz de mover y maniobrar objetos de varias toneladas.
El objetivo de la misión ARRM es obtener una roca de varias toneladas de un asteroide grande y redirigirla hacia una órbita alrededor de nuestra Luna que sea accesible por astronautas, fijando el escenario para futuras operaciones integradas de vehículos robóticos y tripulados en el espacio profundo.
La sonda ARRM de la NASA tendrá que ser capaz de demostrar el uso útil de la propulsión solar eléctrica de alta energía, con una potencia inicial procedente de paneles solares de unos 50 kilovatios. El sistema de captura robótico que se planea estará a bordo y podrá obtener una roca de 20 toneladas o más, de hasta 6 metros (19 pies) de diámetro, de la propia superficie del asteroide, y después llevarla a una órbita lunar accesible por los astronautas. La nave está siendo diseñada para caber en varios vehículos de lanzamiento, ya sea el SLS (Space Launch System) de la NASA o un cohete comprado. La sonda deberá estar lista para su lanzamiento a finales de 2020.