Microbiología
Las células de levadura prefieren cooperar con parientes que con extraños
Las células de levadura, como la usada para elaborar pan, que viven juntas en comunidades, se ayudan entre sí para alimentarse, pero dejan morir de hambre a los recién llegados de la misma especie que no son del mismo grupo familiar, según una nueva investigación.
El descubrimiento podría llevar a nuevos sistemas de producción biotecnológicos basados en la cooperación metabólica. Estos sistemas podrían ser también usados para inhibir el crecimiento celular indeseado, al bloquear el intercambio de metabolitos entre células. Esto podría constituir una nueva estrategia para combatir patógenos fúngicos o células tumorales.
La cooperación célula a célula puesta de manifiesto por el equipo de Kate Campbell, de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, juega un papel notable a la hora de permitir que la levadura nos ayude a producir alimentos, cerveza y vino. Podría ser también crucial para toda clase de vida eucariota, incluyendo animales, plantas y hongos, tal como plantea Campbell.
Se muestra una comunidad de levadura de dos días de edad que crece como una colonia. Los diferentes colores indican células que producen y consumen distintos metabolitos y nutrientes. (Foto: University of Cambridge)
El metabolismo de la levadura ha sido explotado durante miles de años por la humanidad para elaborar productos como el pan o la cerveza. La levadura metaboliza el azúcar y segrega una amplia serie de pequeñas moléculas durante su ciclo de vida, desde alcoholes y dióxido de carbono, hasta antioxidantes y aminoácidos. Aunque muchas investigaciones han mostrado que la levadura es un caballo de batalla metabólico robusto, solo desde hace poco ha quedado claro que estos organismos unicelulares se agrupan en comunidades, en las cuales las células individuales pueden ejercer funciones especializadas.