Antropología
Investigando la sociedad de siglos atrás a través de cartas enviadas que nunca fueron recibidas
Un baúl recientemente redescubierto que contiene 2.600 cartas enviadas desde Francia, España y los Países Bajos españoles entre 1689 y 1706 proporcionará pronto un retrato fascinante sobre la vida de los europeos corrientes en aquella época conflictiva. Estas cartas no se entregaron (incluyendo 600 que nunca se abrieron siquiera) porque no se logró encontrar a sus destinatarios o porque estos no podían pagar los costes de correo pendientes. (En aquella época, los receptores de cartas también pagaban una tarifa.)
El baúl ha estado almacenado en el Museo de la Comunicación de La Haya, Países Bajos, desde 1926. Ahora, un equipo internacional de expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, la Universidad Yale en la misma nación, las de Leiden y Groninga en los Países Bajos, y la de Oxford en el Reino Unido, están explorando cada misiva en un proyecto pionero llamado "Signed, Sealed, and Undelivered" (firmado, sellado y no entregado).
Los investigadores están usando una serie de técnicas innovadoras, como la microtomografía tridimensional de rayos-X, para explorar estas cartas a menudo plegadas de manera compleja, y leer aquellas no abiertas sin romper sus sellos. Usando los últimos avances en tecnología de rayos-X, el equipo se dispone a leerlas por primera vez, sin tener para ello que abrirlas, evitando así causarles ni la más mínima rotura.
En esta iniciativa de investigación está siendo fundamental el papel de Jana Dambrogio, conservadora de bibliotecas del MIT, debido a su experiencia en métodos de reparación poco o nada invasivos para la conservación de materiales de archivo y bibliotecas, y en el arte del “letterlocking”, la tradición de plegar y asegurar una superficie de escritura para que actúe como su propio sobre.
Los autores de las cartas proceden de todos los niveles de la sociedad, desde aristócratas a músicos errantes, tanto mujeres como hombres, cada uno con sus propias historias que contar. David van der Linden, de la Universidad de Groninga, y Rebekah Ahrendt, de la Universidad Yale, redescubrieron el baúl en 2012.