Astronomía
Detectan las estrellas más antiguas conocidas
Unos astrónomos han descubierto las estrellas más viejas de las que se tenga conocimiento de su edad. Estos arcaicos soles datan de incluso antes de la formación de nuestra galaxia la Vía Láctea, cuando el universo tenía apenas 300 millones de años. De hecho, la Vía Láctea se formó alrededor de dichas estrellas.
Las nueve estrellas, encontradas cerca del centro de nuestra galaxia, son mucho más puras que cualquier otra estrella conocida, lo que concuerda con lo primigenio del material del cual se formaron, si bien se detectan trazas de elementos no creados por el Big Bang sino por la actividad nuclear de una estrella aún más antigua, que se destruyó en una enorme explosión de una clase llamada hipernova, más potente que una supernova, y de la que es muy poco lo que se sabe.
Estas nueve estrellas se hallan entre las más antiguas del universo, y ciertamente son las más viejas que han sido observadas en la historia de la astronomía.
El descubrimiento y análisis de estas nueve estrellas, realizados por el equipo de Louise Howes, de la Universidad Nacional Australiana (ANU), desafía las actuales teorías sobre cómo era el medio cósmico en la lejana época en la que estas se formaron.
Estas nueve estrellas tienen niveles sorprendentemente bajos de carbono, hierro y otros elementos pesados. A juzgar por diversos indicios, la estrella anterior a esas nueve que les aportó material, y probablemente bastantes de las de gran tamaño formadas exclusivamente de material generado por el Big Bang, no fueron estrellas normales como las que vemos hoy en el universo. No acabaron sus fugaces vidas estallando en supernovas sino en hipernovas. Aquellas estrellas primigenias y exóticas tenían masas colosales y probablemente giraban muy rápido.
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Esta impresionante imagen captada en la banda infrarroja por el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA muestra cientos de miles de estrellas congregadas en el arremolinado núcleo de nuestra Vía Láctea, una galaxia espiral. En las fotografías hechas con luz visible, esta región no puede verse en absoluto debido a que el polvo que se encuentra entre la Tierra y el centro galáctico bloquea nuestra visión. (Foto: NASA/JPL-Caltech)
Hallar a las nueve estrellas más antiguas conocidas aún existentes entre los miles de millones en el centro de la Vía Láctea ha sido como encontrar una aguja en un pajar.
El equipo de investigación ha demostrado también que esas estrellas han residido siempre cerca del centro de la Vía Láctea y que no están simplemente de paso por ahí, una indicación adicional de que realmente son las más viejas que conocemos en el universo.



