Astronáutica
Despegue y aterrizaje del cohete New Shepard
La compañía Blue Origin llevó a cabo el 23 de noviembre su primer y espectacular vuelo completo de su cohete New Shepard, exitoso desde el lanzamiento hasta el aterrizaje, tanto del vector como de su cápsula. Desarrollados con gran discreción durante los últimos años, parecen más cerca que otros sistemas para ofrecer vuelos turísticos espaciales hasta altitudes suborbitales de unos 100 km.
No es la primera vez que la estadounidense Blue Origin prueba su sistema (voló en abril, aunque el cohete no consiguió aterrizar por un fallo de presurización), pero esta vez todo salió aparentemente a la perfección. El despegue del cohete se produjo a las 17:21 UTC, sin aviso previo a la prensa, gracias al empuje de su motor BE-3. La partida se efectuó desde las instalaciones que la compañía tiene en Tejas. Tras alcanzar una velocidad de Mach 3,72, el cohete New Shepard soltó a su cápsula, y ambos alcanzaron un apogeo de unos 100,5 kilómetros, antes de volver a caer hacia la Tierra. La nave, sin tripulación, abrió después sus paracaídas y aterrizó sin dificultades.
Por su parte, el cohete, de una sola etapa, descendió de forma controlada, reencendiendo su motor en el momento apropiado para frenar la caída, a unos 1,5 km de altitud, y acabar aterrizando en la plataforma prevista para ello, a apenas centímetros del punto programado. El sistema de control actuó conforme a lo esperado, permitiendo un aterrizaje suave, una vez desplegado el tren. Lograda la hazaña, esto significa que el cohete podrá ser reutilizado en una próxima misión.
La empresa espera que muy pronto los vuelos puedan ir acompañados por personas situadas dentro de la cápsula, lo que permitirá a los futuros turistas espaciales disfrutar de unos minutos de ingravidez.
El cohete ha sido diseñado para volver rápidamente a la actividad, de modo que en teoría sería suficiente volver a cargarlo de combustible para reutilizarlo. En este caso, sin embargo, se efectuará una revisión completa de su estado, hasta que se alcance la confianza suficiente para su rápida reutilización.
La compañía tiene previsto convertirse en la primera que envíe turistas en rutas suborbitales de forma continuada, y ya está diseñando un sistema orbital, más grande y con un nuevo motor llamado BE-4, que volaría desde Cabo Cañaveral.