Botánica
El secreto de la planta que “resucita” después de desecarse
Una planta típica de Australia, la Tripogon loliiformis, posee la asombrosa capacidad de sobrevivir a tensiones medioambientales extremas. Como otras de las llamadas “plantas que resucitan”, esta hierba tiene la habilidad de soportar la desecación (secarse) durante períodos prolongados, y puede ser revivida mediante agua.
En experimentos anteriores, se comprobó que incluso después de perder más del 95 por ciento de su contenido relativo de agua, la planta aparentemente muerta estaba aún viva, y que los tejidos preexistentes volvieron a florecer cuando se les proporcionó este líquido.
Pero los científicos nunca han sabido cómo lo hacen, si sus células realmente vuelven a vivir a partir de un estado latente, o si su nuevo crecimiento se produce de forma separada respecto a las viejas células.
Parece que el misterio se ha aclarado por fin. El equipo de Sagadevan Mundree y Brett Williams, de la Universidad Tecnológica de Queensland, en Australia, ha demostrado que la manipulación del azúcar y el sacrificio controlado de células son la clave para la supervivencia de esa planta local.
Los autores del estudio hallaron que dicha hierba, cuando es golpeada por la sequía, acumula trehalosa (un azúcar no reductor presente en plantas) que después es utilizado para activar la autofagia, un proceso que permite la degradación ordenada y el reciclaje de células vegetales.
La autofagia es principalmente un mecanismo de supervivencia que permite la eliminación de proteínas dañadas y el reciclaje de nutrientes. Sin embargo, una tensión fisiológica prolongada provocada por un ambiente hostil podría resultar en una excesiva autofagia y como consecuencia de ello la muerte. La clave está en que la planta es capaz de controlar sus niveles de autofagia para evitarlo.
Lo descubierto en este estudio podría ayudar a desarrollar cultivos agrícolas más resistentes a la sequía.