Climatología
Posible auge de las supertormentas con el aumento de temperatura del mar
El huracán Sandy se convirtió en el segundo más costoso para la población de Estados Unidos cuando impactó contra el litoral del país en octubre de 2012, matando a 159 personas y causando 71.000 millones de dólares en daños. Conocido de forma informal como “supertormenta” después de que tocó tierra, Sandy ejerció tanta devastación debido principalmente a su tamaño y ruta inusuales. Después de desplazarse hacia el norte desde las aguas tropicales donde se formó, el huracán giró de nuevo hacia el mar antes de regresar al oeste, creciendo de tamaño y chocando directamente contra la costa Este, ganando fuerza cuando se mezcló con una tormenta de latitudes intermedias que se movía en dirección este.
Un nuevo estudio, realizado por el equipo de William Lau, del ESSIC (Earth System Science Interdisciplinary Center), dependiente de la Universidad de Maryland en Estados Unidos, sugiere que un océano Atlántico más cálido podría aumentar de forma sustancial el poder destructivo de una futura supertormenta como Sandy. Los investigadores usaron un modelo numérico para simular los patrones meteorológicos que crearon a Sandy, con una diferencia esencial: una temperatura más caliente en la superficie marítima, como sería de esperar en un mundo con el doble de dióxido de carbono en la atmósfera. Este océano más cálido simulado generó tormentas que fueron de un 50 a un 160 por ciento más destructivas que Sandy.
Esta clase de experimento no es necesariamente una simulación realista, tal como reconoce Lau, pero avanza por un camino similar al que se teme que tomará el clima futuro. Las temperaturas superficiales del mar podrían alcanzar niveles preocupantemente elevados en un plazo de 50 a 100 años.
Esta imagen ilustra el resultado de un modelo informático diseñado para reproducir las condiciones meteorológicas que crearon a Sandy en octubre de 2012, con una diferencia esencial: el modelo incluyó temperaturas de la superficie del mar más altas, lo que resultó en tormentas que llegaron a ser el doble de destructivas o más que Sandy. (Imagen: William Lau/UMD/ESSIC)
Por otra parte, tal como también reconoce Lau, Sandy fue muy probablemente una “tormenta perfecta”, en el sentido de que fue provocada por una serie de improbables coincidencias. Es difícil alcanzar alguna conclusión definitiva sobre si el calentamiento global contribuyó a la creación de Sandy y otras tormentas destructivas recientes, y en caso de qué sí, cómo lo hizo exactamente.
Sin embargo, estudios como este pueden ayudar a proporcionar respuestas útiles para una pregunta más directa: ¿Cómo una tormenta “perfecta” como Sandy se comportaría sometida a temperaturas oceánicas más calientes? Es una línea de investigación muy importante para entender mejor el futuro de nuestro planeta.