Zoología
Lagartos escogiendo activamente rocas con el aspecto que mejor les permite camuflarse en ellas
Descansar en un espacio abierto, sobre las rocas, puede ser una actividad arriesgada para los lagartos de la especie Podarcis erhardii. En esos hábitats no hay donde esconderse y sus lomos, que muestran tonos de verde y marrón, con patrones variables entre individuos, quedan peligrosamente expuestos ante los pájaros que cazan desde el cielo.
Una nueva investigación, realizada por el equipo de Kate Marshall de la Universidad de Cambridge, y Martin Stevens de la Universidad de Exeter, ambas instituciones en el Reino Unido, muestra que los individuos de esa especie de lagarto son capaces de elegir su lugar de descanso de forma más inteligente de lo que se creía, al seleccionar una roca en su entorno natural que haga a sus lomos menos visibles para los depredadores voladores.
Esto parece indicar que tales lagartos salvajes son lo bastante capaces de percibir los detalles visuales de rocas como para poder elegir descansar en aquella que se les parece más. "Este es el primer resultado de su clase en animales salvajes, y específicamente en lagartos", manifiesta Marshall.
Otros tipos de lagarto, como camaleones y salamanquesas, pueden cambiar rápidamente de color, en cuestión de minutos o segundos, para coincidir mejor con su entorno de fondo y evitar ser detectados por los depredadores que se aproximan. Los lagartos de la especie Podarcis erhardii, que están distribuidos ampliamente a lo largo del sur de los Balcanes y en muchas islas griegas, no pueden hacer esto. En cambio, esta nueva investigación muestra que mejoran su nivel de camuflaje ante pájaros cazadores eligiendo descansar en las rocas de su entorno que se parecen más al color que poseen sus lomos.
Las aves ven el mundo diferente que nosotros: por ejemplo, pueden ver la luz ultravioleta, mientras que nosotros somos incapaces de ello, lo que significa que perciben el color (y el camuflaje) de un modo muy distinto. Marshall y sus colegas usaron modelado visual para probar cuán visible sería un lagarto ante el ojo de un ave, contra el fondo que hubiera elegido para situarse sobre él.
El equipo de Marshall encontró que cada uno de los individuos mostró una mejor coincidencia de color respecto a sus propios fondos de roca elegidos que a los de los otros lagartos, desde el punto de vista de las aves depredadoras, como cuervos y rapaces, abundantes en los lugares examinados.
Esto sugiere fuertemente que los comportamientos individuales de esos lagartos, o sea los basados en decisiones personales más que en conductas genéricas, tienen un papel importante a la hora de mejorar su camuflaje en los diferentes microhábitats.