Paleontología
El primer animal que existió en la Tierra
El primer animal que apareció en la Tierra fue muy probablemente una sencilla esponja marina. Las esponjas parecen ser el origen de llamativas huellas químicas presentes en rocas antiquísimas y que han intrigado a los científicos desde su descubrimiento.
Los nuevos análisis genéticos hechos por el equipo de David Gold, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en la ciudad estadounidense de Cambridge, confirman que las esponjas marinas son la fuente de una curiosa molécula encontrada en rocas de hace 640 millones de años. Estas rocas son muy anteriores a la explosión cámbrica de vida, el período en el que la mayoría de los grupos animales surgieron y se propagaron por el mundo, hace 540 millones de años, lo que sugiere que las esponjas de mar podrían haber sido los primeros animales que habitaron la Tierra.
Muchos años de excavaciones han permitido a la comunidad científica desenterrar una inmensa cantidad de fósiles del período que se inicia hace alrededor de 540 millones de años. Esto parece reflejar una rápida transformación desde los organismos unicelulares a los animales multicelulares complejos. Sin embargo, los fósiles de animales que vivieron antes de la explosión cámbrica denotan seres muy distintos de los que conoce bien la ciencia y por ello resulta difícil determinar qué tipo de animal fue el primero en la línea evolutiva.
El laboratorio de Roger Summons ha estado buscando una respuesta en los fósiles moleculares, cantidades ínfimas de moléculas que han perdurado en rocas antiguas mucho después de que los restos del animal se hayan descompuesto por completo.
En particular, él y sus colegas se han centrado en el 24-isopropilcolestano, o 24-ipc abreviado, un esterol. En 1994, Summons formaba parte de un equipo encabezado por Mark McCaffrey, que fue el primero en encontrar 24-ipc, en cantidades inusualmente elevadas, en rocas cámbricas y también en otras ligeramente más antiguas.
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En 2009, un equipo liderado por el profesor Gordon Love de la Universidad de California en Riverside, por aquel entonces estudiante de postdoctorado en el laboratorio de Summons, realizó el primer estudio detallado de rocas con esa peculiaridad en Omán. Los investigadores confirmaron la presencia de 24-ipc en muestras de roca de hace 640 millones de años.
Se sabe que algunas esponjas marinas modernas y ciertos tipos de algas producen hoy en día 24-ipc, pero ¿qué organismo estaba presente hace 640 millones de años para producir la sustancia? A fin de responder a esta pregunta, Summons y Gold buscaron identificar primero el gen responsable de la producción de 24-ipc, después hallar los organismos que poseen este gen, y finalmente hacer un seguimiento sobre cuándo apareció dicho gen en esos organismos.
El equipo rebuscó en los genomas de unos 30 organismos diferentes, incluyendo plantas, hongos, algas y esponjas marinas, para ver qué clases de esteroles producen cada uno e identificar los genes asociados con esos esteroles.
Comparando genomas, identificaron un único gen, el SMT, responsable de producir ciertos tipos de esteroles dependiendo del número de copias del gen que lleve el organismo. Los investigadores encontraron que las especies de esponjas marinas y de algas que producen 24-ipc tienen una copia extra del SMT, si se las compara con sus parientes evolutivos próximos.
Los investigadores compararon las copias para determinar el parentesco evolutivo y cuándo apareció por vez primera cada copia del gen. Después mapearon las relaciones sobre un árbol evolutivo y utilizaron las pruebas del registro fósil para determinar cuándo sucedió cada duplicación del gen SMT.
Los investigadores hallaron que las esponjas marinas desarrollaron la copia extra del SMT mucho antes que las algas, y que lo hicieron hace alrededor de 640 millones de años, la misma época de la que data el 24-ipc más antiguo hallado en rocas.



