Bioquímica
La inesperada relación entre el calamar y la araña
Un calamar tiene más en común con una araña de lo que podamos pensar. Los afilados “dientes” que rodean las ventosas presentes en algunos tentáculos de calamar están hechos por completo de proteínas notablemente similares (y mejores en algunos aspectos) a las encontradas en las sedas de araña. Esas proteínas proporcionan a los dientes su fortaleza y capacidad de elongación, y podrían algún día ser utilizadas como la base para biomateriales con muchas aplicaciones biomédicas.
Esperando aprovechar el poder de estas proteínas, un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang y del Instituto de Bioinformática, en Singapur, están desentrañando sus estructuras moleculares.
Entre los últimos resultados obtenidos por el grupo de Akshita Kumar, destaca el de que las citadas proteínas están compuestas por ciertas redes poliméricas, que ayudan a proporcionar a los dientes su fortaleza. Los investigadores también han descubierto que las redes son termoplásticas, lo que quiere decir que se funden cuando son calentadas y se endurecen de nuevo cuando se enfrían. Eso hace moldeable y reutilizable al material, como los polímeros sintéticos termoplásticos que se usan en las tuberías de PVC.
Las proteínas estudiadas poseen una combinación única de propiedades mecánicas y biofísicas que parecen hacerlas superiores a otros polímeros sintéticos o naturales. Y estos materiales proporcionan un nuevo paradigma al mostrar que se puede hacer un biomaterial robusto a partir solo de proteínas, sin la necesidad de añadir una segunda fase dura, por ejemplo un mineral como en el hueso, para fortalecerlo.