Botánica
Los manglares de desierto, un inesperado almacén importante de carbono
Unos investigadores han encontrado que ciertos manglares, caracterizados por vegetación baja y atrofiada, que se encuentran a lo largo del desierto costero de Baja California, almacenan hasta cinco veces más carbono bajo tierra que sus exuberantes homólogos tropicales. El nuevo estudio liderado por investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía, en la Universidad de California en San Diego (EE.UU.), estima que los manglares costeros del desierto, que solo conforman un uno por ciento del área de suelo, almacenan casi el 30 por ciento del carbono subterráneo de la región.
Los manglares representan solo una delgada capa en una franja entre el océano y la tierra firme, y a pesar de todo constituyen un ecosistema que almacena mucho carbono en un área muy pequeña.
El estudio, llevado a cabo por el equipo de Paula Ezcurra, es el primero en estimar el carbono acumulado en la capa de turba sedimentaria del manglar, y pone de relieve la importancia de conocer mejor las condiciones naturales históricas de los terrenos ocupados por manglares, para estimar de forma más precisa su capacidad de almacenamiento de carbono.
Comúnmente los manglares prosperan en condiciones cálidas, salinas y fangosas, a lo largo de las costas tropicales.
Los investigadores recogieron muestras de sedimento muy por debajo de la raíces de los manglares, en dos lagunas del desierto y en otras dos tropicales frondosas, y calcularon el carbono almacenado en los cuatro lugares.
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Los análisis revelan la existencia de una capa de raíces no descompuestas, o turba, de 2.000 años de antigüedad, situada a hasta cuatro metros (13 pies) bajo los manglares del desierto. La turba actúa como una esponja para el carbono almacenado, y proporciona un registro de la historia del aumento del nivel del mar en la región. Estos manglares albergan casi el 30 por ciento del carbono subterráneo de la región.



