Antropología
La adaptación anatómica a la dieta en los neandertales
El gran tórax inferior de los neandertales podría tener su origen en la adaptación a una dieta alta en proteínas, a juzgar por los resultados de una investigación realizada por Miki Ben-Dor, Avi Gopher y Ran Barkai, de la Universidad de Tel Aviv en Israel.
La caja torácica y la pelvis neandertales se expandieron para adaptarse a una dieta alta en proteínas en la Europa de la era glacial, según las conclusiones de estos investigadores.
El Homo sapiens, es decir el Ser Humano anatómicamente moderno, compartió el planeta con el neandertal, un corpulento pariente evolutivo próximo que moró casi exclusivamente en la Europa de dicha edad del hielo, hasta hace unos 40.000 años. Los neandertales son semejantes a los Homo sapiens, con quienes a veces engendraron descendencia conjunta, pero también eran diferentes. Entre esas muchas diferencias, destaca la de que los neandertales eran más bajos pero más robustos, con pelvis y cajas torácicas más anchas que las de sus homólogos humanos modernos.
Pero ¿a qué se debieron esas diferencias anatómicas? En el nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv se ha encontrado que la dieta de la edad del hielo, con su consumo de muchas proteínas procedentes de grandes animales, desencadenó los cambios físicos en los neandertales, es decir, una caja torácica más grande y una pelvis más ancha.
Según la investigación, la caja torácica o tórax en forma de campana de los neandertales tuvo que evolucionar de este modo para acomodar un hígado más grande, el órgano responsable de metabolizar las grandes cantidades de proteína. Este metabolismo elevado también requirió un sistema renal expandido (vejiga y riñones agrandados), para eliminar las grandes cantidades de urea tóxica producida, resultando posiblemente en una pelvis neandertal ancha.