Química
Producción no contaminante de fertilizante mediante luz solar
Unos científicos han desarrollado un nuevo método, respetuoso con el medio ambiente, para producir amoníaco, un ingrediente muy importante de los fertilizantes, usando luz.
Tradicionalmente, ha habido dos formas principales de transformar el nitrógeno, el gas más común en la atmósfera terrestre, para su uso por los organismos vivos. Una es un proceso biológico que sucede cuando el nitrógeno atmosférico es “fijado” por las bacterias que moran en las raíces de ciertas plantas, como las leguminosas, y que después es convertido en amoníaco por una enzima llamada nitrogenasa.
La segunda, llamada proceso de Haber-Bosch, es un método industrial desarrollado hace un siglo que cambia el nitrógeno molecular o dinitrógeno (cuya molécula consta de dos átomos de nitrógeno) en amoníaco, mediante una cadena compleja de pasos que requiere altas temperaturas y presiones. El proceso Haber-Bosch precisa un uso notable de combustibles fósiles, lo que produce el correspondiente incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero.
El equipo de Gordana Dukovic, de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, y Paul King, del Laboratorio Nacional estadounidense de Energías Renovables (NREL), ha descubierto que se puede usar la energía de la luz solar para transformar el dinitrógeno en amoníaco, un compuesto de nitrógeno e hidrógeno. Los investigadores esperan que el proceso químico recién descubierto e impulsado por la luz, capaz de producir amoníaco, pueda llevar a desarrollos futuros que mejoren las prácticas agrícolas globales disminuyendo al mismo tiempo la dependencia de los agricultores de los combustibles fósiles.