Ingeniería
Avances en tecnología permiten mejorar la autonomía en casa, gracias a las salvaescaleras
La autonomía física es fundamental para el ser humano. De la misma deriva la autosuficiencia a la hora de llevar una vida independiente. Algo que solamente se valora en su totalidad cuando se nos priva por padecer algún tipo de enfermedad o discapacidad física que limita nuestra movilidad.
Como resultado, desplazamientos normales resultan prácticamente imposibles, más si se requiere del uso de una silla de ruedas. Las escaleras, descansillos y desniveles suponen toda una barrera arquitectónica, incluso dentro de la propia casa.
Algunas de estas patologías son fruto de lesiones temporales, otras son de carácter permanente debido a enfermedades crónicas de carácter degenerativo como osteoartritis, osteoporosis, Alzheimer, esclerosis múltiple así como paraplejias o tetraplejias, entre otras.
En la mayoría de ocasiones, es necesaria la ayuda de otra persona para poder subir escaleras, con lo que la dependencia es total si queremos desplazarnos a otra planta de nuestra vivienda, así como entrar o salir de la misma. Hoy en día, además del apoyo del cuidado y atención personal, la ciencia cumple un papel importante en la mejora de la calidad de vida de minusválidos y discapacitados físicos.
Gracias a los avances en tecnología, se han venido desarrollando soluciones salvaescaleras que mejoran la independencia de discapacitados físicos, minusválidos y ancianos. Estos productos se instalan sobre las mismas escaleras permitiendo, mediante un sencillo accionamiento con botón o joystick, que la persona pueda subir y bajar por sí misma.
Los sube escaleras incorporan sistemas de seguridad que permiten, por ejemplo, detectar objetos en el recorrido, deteniendo su movimiento, sistemas de información de funcionamiento de la misma, con displays incorporados en el antebrazo de las sillas salvaescaleras así como sistemas de control remoto para poder traer la máquina al punto donde nos encontramos y proceder a utilizarla.
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Imagen: simon gray Freepik
Seguramente los hayas visto en algún edificio público, donde es fundamental poder garantizar la accesibilidad de personas con movilidad reducida, requieran o no de sillas de ruedas. Algunas veces los habrás visto con forma de plataformas, anexos a una escalera, otras con forma de silla salvaescaleras, pero seguramente habrán captado tu atención.
Hace unos años, estos avances en accesibilidad eran impensables, pero día a día, debido a los avances en investigación y desarrollo tecnológico, la mejora de la calidad de vida es cada vez más patente con estos productos sube escaleras eléctricos.
Y al contrario de lo que mucha gente sabe, éstos no solamente están al alcance de instituciones, sino también al alcance de los usuarios para instalarlos en sus domicilios. Una mejora importante para la accesibilidad que tiene que empezar desde lo más cercano a nosotros: nuestro hogar.


