Medicina
Una bacteria de la flora intestinal revierte algunos síntomas del autismo en ratones
La ausencia de una especie concreta de bacteria intestinal ocasiona déficits sociales en ratones. Añadiendo esta especie bacteriana de nuevo a los intestinos de los ratones afectados, los autores de un nuevo estudio consiguieron revertir algunos de sus déficits de comportamiento, que recordaban a los síntomas de los trastornos del espectro autista en humanos. Los investigadores están ahora preparándose para explorar en futuros trabajos los efectos de los probióticos en los trastornos de desarrollo neurológico.
Otros grupos de investigación están intentando usar fármacos o estimulación eléctrica cerebral como una forma de revertir algunos de los síntomas de comportamiento asociados con los trastornos de desarrollo neurológico, pero el equipo de Mauro Costa-Mattioli, de la Universidad Baylor de Medicina (Baylor College of Medicine) en Estados Unidos, parece haber dado con un método alternativo y potencialmente más eficaz. Si este será efectivo en humanos, todavía se desconoce.
La inspiración para iniciar este trabajo proviene de estudios epidemiológicos humanos en los que se ha descubierto que la obesidad materna durante el embarazo podría incrementar el riesgo de los niños de desarrollar trastornos de desarrollo neurológico, incluyendo los del espectro autista. Además, algunos individuos con estos últimos también padecen problemas gastrointestinales recurrentes. Gracias a investigaciones previas sobre cómo la dieta puede cambiar el microbioma del intestino y cómo los microbios de este pueden influir en el cerebro, Costa-Mattioli y sus coautores sospecharon que podría haber una conexión.