Salud
Crece el convencimiento científico de que la quema de combustibles fósiles perjudica más la salud a corta edad
Un análisis a cargo de Frederica Perera, directora del Centro para la Salud Medioambiental Infantil (CCCEH), de la Universidad de Columbia en la ciudad estadounidense de Nueva York, identifica la quema de combustibles fósiles y la consiguiente emisión de dióxido de carbono (CO2) y sustancias contaminantes como la causa principal de bastantes casos infantiles actuales de ciertas enfermedades. Debido a su vulnerabilidad biológica inherente, los niños son más propensos a sufrir una merma de su salud por efecto de la polución y del cambio climático.
En el análisis se examinan pruebas científicas robustas del CCCEH y de otras instituciones, y la conclusión es que reduciendo de forma drástica nuestra dependencia de los combustibles fósiles, no solo se lograrían los beneficios medioambientales ya conocidos, sino que además se beneficiaría a la salud de los niños. Incluso, viendo el problema desde un punto de vista estrictamente económico, reducir el uso de combustibles fósiles acarreará un ahorro sustancial en costes sanitarios de los tratamientos médicos para esos casos de enfermedades, un ahorro que solo para Estados Unidos ya sería del orden de miles de millones de dólares.
Entre las mejoras de salud infantil que se producirían con esa disminución en el uso de combustibles fósiles destacan una reducción de casos de bebés naciendo con un peso bajo, de casos infantiles de asma y de casos de problemas de neurodesarrollo, incluyendo entre estos últimos un coeficiente (cociente) intelectual más bajo o el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).



