Lanzada la estación espacial Tiangong-2

China prosigue su pausado programa tripulado espacial. El 15 de septiembre lanzó su segunda estación orbital, la Tiangong-2, a bordo de un cohete CZ-2F, desde la base de Jiuquan. Tras su despegue a las 14:04 UTC, el vehículo, de unas 8,6 toneladas de peso, fue colocado con éxito en una órbita baja de unos 400 km, desde donde esperará la llegada dentro de unos días de su primera tripulación.

La Tiangong-2 es idéntica exteriormente a su antecesora, lanzada en 2011. De hecho, el éxito de esta última retrasó la partida de la nueva estación, que inicialmente debía haber volado en 2014 como muy tarde. A bordo transporta suficientes suministros para albergar misiones de larga duración para dos tripulaciones.

Además, incluye diversos experimentos e instrumental, así como mejoras técnicas interiores cuya verificación ayudarán a la construcción de su sucesora, la cual contará con varios puertos de atraque.

La Tiangong-2, de algo más de 10 metros de largo y unos 4 metros de diámetro, será capaz de demostrar técnicas de reavituallamiento de combustible. Además, ensayará un brazo robótico, y permitirá lanzar un pequeño satélite que lleva a bordo, llamado Banxing-2, de 40 kg de peso, que la fotografiará desde el exterior.

Se ha anunciado el lanzamiento en octubre de la misión Shenzhou-11, con dos astronautas a bordo, que permanecerán en el complejo durante un mes, doblando el récord vigente. Posteriormente, está prevista la elevación de la órbita de la estación, para prolongar su vida útil. En abril de 2017, un cohete CZ-7 enviará hacia ella una nueva nave, equivalente a la Progress rusa, que servirá para enviar carga a la Tiangong-2. Si la Tianzhou-1 tiene éxito, llenará sus tanques de combustible y agua.

Entonces podrá lanzarse la Shenzhou-12, con tres astronautas, a partir del verano de 2017. Esta tripulación permanecerá menos tiempo, pero podría protagonizar un paseo espacial. Una vez completada esta misión, China estará lista para iniciar la construcción de su estación modular.

Mientras, la Tiangong-1 dejó de transmitir en marzo de este año, y reentrará a finales del próximo año, destruyéndose sobre la Tierra.