Astronomía
El origen de los inesperados anillos en raros astros con rasgos de asteroide y de cometa
Se llama centauros a ciertos cuerpos menores de nuestro sistema solar que están desconcertado a los astrónomos desde que se comprobó que parecen tanto asteroides como cometas. Los centauros, que orbitan entre Júpiter y Neptuno, fueron nombrados así en referencia a la mítica criatura, mitad humano y mitad caballo, llamada centauro, debido a la naturaleza dual de estos astros, en parte cometa y en parte asteroide. Se estima que existen unos 44.000 de ellos con diámetros superiores a un kilómetro.
El equipo internacional de Ryuki Hyodo, de la Universidad de Kobe en Japón, parece que ha clarificado el origen de los anillos recientemente descubiertos alrededor de dos centauros. Además, los resultados de la investigación realizada por Hyodo y sus colegas sugieren la existencia de estructuras de este tipo alrededor de otros centauros.
Hasta hace poco se creía que Saturno y los otros tres planetas gigantes eran los únicos cuerpos celestes dentro de nuestro sistema solar provistos de anillos. Sin embargo, en 2014, unas observaciones revelaron que existen anillos alrededor del centauro llamado Cariclo. Poco después de esto, se descubrió que probablemente existen anillos alrededor de otro centauro, Quirón, pero el origen de tales anillos ha venido siendo un misterio.
El equipo de Hyodo empezó estimando la probabilidad de que estos centauros pasaran lo bastante cerca de los planetas gigantes como para sufrir efectos destructivos derivados del tirón gravitatorio ejercido por esos astros masivos. Los resultados de sus análisis mostraron que aproximadamente el 10 por ciento de los centauros experimentarían un encuentro cercano de ese tipo. A continuación, usaron simulaciones por ordenador para investigar la alteración causada por el tirón gravitatorio cuando los centauros pasaran cerca de los planetas gigantes. El resultado de tales encuentros resultó variar dependiendo de los parámetros, como la rotación inicial del centauro que pasaba, el tamaño de su núcleo, y la distancia al planeta alcanzada en su aproximación máxima. Hallaron que si el citado centauro está diferenciado (posee una estructura interna por capas) y más concretamente alberga un núcleo de silicatos cubierto por un manto helado, fragmentos del centauro parcialmente destruido se esparcirán a menudo alrededor del bloque principal superviviente, formando un disco, a partir del cual se podrían crear los anillos.
A la izquierda, un gráfico con la ubicación y extensión aproximadas de los anillos en torno a Cariclo, proporcionado por el ESO (European Southern Observatory, http://www.eso.org/public/images/eso1410b/). (Imagen: ESO/L. Calçada/M. Kornmesser/Nick Risinger (skysurvey.org)). A la derecha, ubicación y extensión aproximadas de los anillos en el firmamento, tal como deben verse desde la superficie de Cariclo, en una imagen proporcionada por el ESO (https://www.eso.org/public/images/eso1410a/). (Imagen: ESO/L. Calçada/Nick Risinger (skysurvey.org))
Los resultados de sus simulaciones sugieren que la existencia de anillos alrededor de centauros es mucho más común de lo que se creía previamente. Es muy probable que existan otros centauros con anillos y/o pequeñas lunas, esperando ser descubiertos en futuras observaciones.