Ecología
Bastantes suelos absorberán en este siglo menos carbono atmosférico de lo esperado
Añadiendo a los modelos estándar del sistema de la Tierra una datación por radiocarbono de alta precisión, unos científicos medioambientales han llegado a la conclusión de que los suelos del planeta absorberán en general mucho menos dióxido de carbono durante este siglo de lo que se creía previamente.
El equipo internacional de James Randerson, profesor de ciencias del sistema terrestre en la Universidad de California en Irvine, Estados Unidos, utilizó datos de carbono-14 de 157 lugares de todas partes del mundo en los que se obtuvieron muestras, y el análisis detallado de dichas muestras indica que el actual carbono del suelo tiene unos 3.100 años, en vez de los 450 años estipulados por muchos modelos del sistema terrestre.
Los resultados de esta investigación indican que en general la capacidad de la tierra para absorber carbono es inferior a la que se le ha venido atribuyendo en las últimas décadas, tal como sentencia Randerson.
A través de la fotosíntesis, las plantas absorben dióxido de carbono (CO2) del aire. Cuando los árboles y otra vegetación mueren y se descomponen, pasan a formar parte de la tierra, un proceso que inmoviliza con eficacia el carbono sobre o bajo la superficie de la Tierra, manteniéndolo fuera de la atmósfera en la cual contribuiría al avance del calentamiento global.
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Los resultados del nuevo estudio indican que, en general, los suelos acogen el carbono mucho más despacio de lo que se creía, lo que implica que la cantidad que serán capaz de absorber de la atmósfera este siglo es muy inferior a lo predicho por los modelos del sistema de la Tierra usados hasta ahora. (Foto: Steve Zylius / UCI)
En el nuevo estudio, los investigadores muestran que dado que este proceso se desarrolla a lo largo de milenios en vez de décadas o siglos, es previsible que durante este siglo la tasa de absorción e inmovilización de carbono sea bastante inferior a la que se estimaba con los demás modelos del sistema de la Tierra, menos precisos que el nuevo.
A la luz de los nuevos datos, Randerson advierte que es más necesario de lo creído encontrar formas de recortar las emisiones de los combustibles fósiles, a fin de limitar la magnitud y el impacto del calentamiento climático.


