Ecología
Fronteras biogeográficas que hasta ahora eran desconocidas por la ciencia en la Amazonia
La imagen general de la Amazonia es que la selva es bastante uniforme, pero grandes ríos forman barreras para la dispersión que limitan la distribución de especies y desencadenan la especiación, es decir, la formación evolutiva de nuevas especies a partir de grupos aislados entre sí de una misma especie. Un equipo internacional ha identificado una frontera de 1.000 kilómetros de largo entre dos formaciones geológicas que limita la presencia en uno u otro lado de ciertas especies vegetales de forma más efectiva que un gran río que aísla el ecosistema de una orilla del de la otra.
Esta frontera intrigó al equipo de investigación porque es muy larga. Es claramente visible en las imágenes por satélite, a pesar de que superficialmente las selvas de ambos lados parecen similares. La frontera recién documentada discurre a través de varios ríos grandes. Uno de estos es el Juruá.
Los autores del estudio decidieron averiguar si existen diferencias de flora a través de la frontera, porque el resultado tendría un gran impacto sobre cómo interpretamos la biogeografía de la Amazonia.
Para documentar la importancia ecológica del río y la frontera, Hanna Tuomisto, de la Universidad de Turku, en Finlandia, organizó una expedición al río Juruá con investigadores de Finlandia, Brasil y Dinamarca.
Vivieron en un barco fluvial durante tres meses. Durante la jornada de trabajo, el barco permanecía estacionado en la orilla mientras ellos trabajaban en la selva haciendo inventarios de plantas y recogiendo muestras de tierra. Cada noche regresaban al barco, y a la mañana siguiente este dejaba a los expedicionarios en el próximo lugar de investigación.
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El Juruá es uno de los mayores afluentes del río Amazonas. La expedición documentó las principales especies presentes en la selva cerca de la orilla a lo largo de más de 500 kilómetros del río. (Foto: Hanna Tuomisto)
Ya con las meras observaciones directas en cada terreno se hizo obvio que la frontera geológica separaba dos áreas muy distintas entre sí en cuanto a la flora. La mayoría de las especies vegetales registradas por el equipo estaban completamente restringidas a solo uno de los lados de la frontera o eran mucho más abundantes en uno que en el otro.
Los análisis de laboratorio confirmaron que también los suelos de los dos lados eran diferentes. Además de afectar a las distribuciones de las especies de hoy en día, la frontera puede haber promovido la especiación, dado que las plantas en los lados opuestos han estado gradualmente adaptándose a uno u otro tipo de suelo.
Habitualmente se pensaba que los ríos eran las barreras de dispersión más importantes en las selvas de la Amazonia. Por tanto, y ante la escasa información recolectada in situ sobre el área exacta de distribución geográfica de cada especie allí, muchos mapas de distribución de especies han sido dibujados de una forma en la que sus límites siguen a los ríos. Estos límites, sin embargo, no son fiables, como demuestra el nuevo estudio.



