Astronomía
Investigando al planeta K2-3d, potencialmente apto para albergar vida
Un grupo de investigadores ha observado el tránsito de un planeta extrasolar quizá parecido a la Tierra conocido como K2-3d, usando el instrumento MuSCAT en el telescopio de 188 cm del Observatorio Astrofísico de Okayama, en Japón. Un tránsito es un fenómeno en el que un planeta pasa por delante de su estrella, desde la perspectiva visual de nuestro planeta, bloqueando una pequeña cantidad de luz de ella. Si bien se han observado previamente tránsitos de miles de otros planetas extrasolares, el de K2-3d es importante porque existe la posibilidad de que este mundo pueda albergar vida extraterrestre.
En la observación han participado científicos del Observatorio Astronómico Nacional de Japón y la Universidad de Tokio, también en Japón, entre otras instituciones.
Observando de forma precisa su tránsito mediante la próxima generación de telescopios, los científicos esperan conseguir detectar sustancias relacionadas con la vida en la atmósfera del planeta, como el oxígeno, si existen en cantidades significativas.
Las anteriores observaciones con telescopios espaciales no habían permitido calcular de manera precisa el periodo orbital del planeta, lo que ha venido dificultando la predicción de los momentos exactos en los que se producirán los futuros tránsitos. Ahora, el equipo de Akihiko Fukui ha logrado medir dicho periodo orbital con una precisión elevada, de unos 18 segundos. Esto ha mejorado mucho la precisión en la previsión temporal de los citados futuros tránsitos. Así que ahora los investigadores sabrán exactamente cuándo observarlos usando la próxima generación de telescopios. Este resultado científico es un paso importante hacia la búsqueda futura de vida extraterrestre.
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Este collage resume la investigación. Usando el Telescopio Reflector de 188 cm del Observatorio Astrofísico de Okayama y el instrumento de observación MuSCAT, los científicos consiguieron estudiar el planeta extrasolar K2-3d. (Imagen: NAOJ)
K2-3d está a unos 150 años-luz de distancia y fue descubierto por la misión K2 de la NASA. El tamaño del planeta es una vez y media el de la Tierra. Orbita en torno a su estrella anfitriona, que tiene la mitad del tamaño de nuestro Sol, con un periodo de unos 45 días. Comparado con la Tierra, el planeta orbita muy cerca de su estrella (aproximadamente a una quinta parte de la distancia Tierra-Sol). Pero, dado que la temperatura de esa estrella es más baja que la del Sol, los cálculos muestran que se halla a la distancia correcta de ella para que el planeta posea un clima relativamente cálido como el de la Tierra. Existe la posibilidad de que pueda haber agua líquida en su superficie, lo que justifica que se pueda pensar en vida extraterrestre.
Como hemos dicho, la órbita de K2-3d está alineada de manera que, vista desde nuestro planeta, transita (pasa por delante) frente a su estrella anfitriona. Esto ocasiona periódicas y cortas disminuciones en el brillo de esta última, a medida que el planeta bloquea parte de su luz. Esta alineación permite a los investigadores no solo medir la órbita del planeta sino también sondear su composición atmosférica. Esto último se logra midiendo de manera precisa la cantidad de luz estelar bloqueada en diferentes longitudes de onda.



