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La agencia japonesa JAXA lanzó el 20 de diciembre, desde la base de Uchinoura, el segundo cohete de la familia Epsilon. A bordo transportó un pequeño satélite llamado Arase (ERG o SPRINT-B) que se dedicará al estudio de la magnetosfera terrestre.
El despegue, a las 11:00 UTC, culminó con la liberación de la carga útil en una órbita elíptica de 228 por 32.259 km. Desde esta posición, el EGR (Energization and Radiation in Geospace) atravesará repetidamente los cinturones de Van Allen y permitirá estudiar cómo se forman las tormentas geomagnéticas que puedan afectar a las comunicaciones, redes eléctricas e incluso a la salud de los astronautas.
El ERG pesó 365 kg al despegue y transporta diversos instrumentos para estudiar la ionosfera y los campos magnéticos. Para la misión se utilizó un cohete Epsilon mejorado, que sustituyó la segunda etapa original por otra más larga y potente (M-35) y que también incluyó mejoras en la tercera fase. Todo el conjunto, incluida la primera etapa, derivada del acelerador usado en el cohete H-IIA, utiliza propulsión sólida.
El satélite, construido por la propia JAXA, fue liberado transcurridos 13 minutos y medio del lanzamiento, extendiendo sus paneles solares. También dispondrá de varias antenas y pértigas de gran longitud para estudiar las partículas cargadas.
(Foto: ISAS/JAXA)
(Foto: JAXA)