Astronomía
Vientos cargados de rubíes y zafiros en la atmósfera de un exótico planeta
Se han detectado vientos potentes y cambiantes en un planeta 16 veces más grande que la Tierra, a más de 1.000 años-luz de distancia. Es la primera vez que se captan señales indicadoras de sistemas meteorológicos así en un planeta gigante gaseoso de fuera de nuestro sistema solar.
El equipo de David Armstrong, de la Universidad de Warwick en el Reino Unido, ha descubierto que el planeta gigante gaseoso HAT-P-7b experimenta cambios a gran escala en los fuertes vientos que se mueven por ese mundo, probablemente ocasionando tormentas colosales.
Este descubrimiento se efectuó mediante el análisis continuado de la luz que se refleja en la atmósfera de HAT-P-7b, e identificando los cambios en esta luz.
El planeta posee una corriente ecuatorial en chorro, con velocidades del viento enormemente variables. Cuando estas son muy rápidas, la corriente empuja grandes cantidades de nubes a través de la atmósfera del planeta.
Las propias nubes deben ser visualmente impresionantes, al estar probablemente hechas en buena parte de corindón, el mineral que forma rubíes y zafiros.
Ilustración artística del planeta HAT-P-7b. (Imagen: University of Warwick/Mark Garlick)
Este planeta es inhabitable debido a su meteorología violenta, y a sus temperaturas nada aptas para la vida. Un mismo lado de HAT-P-7b siempre mira hacia la estrella, debido a que la rotación del planeta se ha acabado por sincronizar con su traslación de un modo que impide la alternancia normal entre día y noche que existe en mundos como la Tierra. En una cara de HAT-P-7b, siempre es de día, mientras que en la opuesta reina una noche perpetua. La temperatura media del lado diurno en HAT-P-7 es de cerca de 2600 grados centígrados.