Astronomía
Descubren un planeta con masa similar a la de la Tierra pero sumido en una era glacial perpetua
El planeta recién descubierto, llamado OGLE-2016-BLG-1195Lb, está orbitando alrededor de su estrella a la misma distancia que nosotros lo hacemos respecto al Sol. El planeta está probablemente demasiado frío para ser apto para la vida tal como la conocemos, debido a que su estrella es de brillo muy débil. Pero el descubrimiento aporta nueva información para los científicos sobre los tipos de sistemas planetarios que existen más allá del nuestro.
El planeta “bola de hielo” es el de menor masa encontrado hasta ahora a través de la técnica de la microlente gravitatoria, tal como subraya Yossi Shvartzvald, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en Pasadena, California, y miembro del equipo de científicos que ha hecho el descubrimiento.
La técnica de la microlente gravitatoria facilita el descubrimiento de objetos distantes mediante el uso, como si fueran linternas, de las estrellas del fondo. Cuando una estrella cruza de forma precisa por delante (desde nuestra perspectiva visual) de otra brillante situada en el fondo, la gravedad de la estrella situada en primer plano enfoca la luz de la del fondo, haciendo que parezca más brillante. Un planeta que orbite el objeto en primer plano puede ocasionar un parpadeo adicional en el brillo de la estrella. En este caso, el parpadeo duró solo unas pocas horas. Esta técnica ha permitido encontrar los exoplanetas (planetas de fuera de nuestro sistema solar) más alejados de la Tierra conocidos, y puede detectar planetas de baja masa que estén sustancialmente más lejos de sus estrellas de lo que la Tierra lo está respecto a nuestro Sol.
Esta ilustración artística muestra al planeta OGLE-2016-BLG-1195Lb. (Imagen: NASA/JPL-Caltech)
OGLE-2016-BLG-1195Lb está a casi 13.000 años-luz de distancia y gira en torno a una estrella de tan poca masa que los científicos ni siquiera están seguros de que sea realmente una estrella. Podría ser una enana marrón, un objeto con demasiada masa para podérsele considerar un planeta pero insuficiente para provocar en su núcleo las reacciones de fusión nuclear que hacen que las estrellas brillen. Esta estrella (o enana marrón) en particular tiene solo un 7,8 por ciento de la masa de nuestro Sol, justo en la frontera entre la condición de estrella y la de enana marrón.
Alternativamente, podría ser una estrella enana ultrafría como TRAPPIST-1, sobre la cual el telescopio espacial Spitzer y otros situados en la superficie de la Tierra revelaron hace poco que alberga siete planetas de tamaño terrestre. Esos siete planetas se apiñan todos cerca de TRAPPIST-1, incluso más que Mercurio respecto al Sol, y todos tienen el potencial de disponer de agua líquida. Pero OGLE-2016-BLG-1195Lb, a una distancia como la nuestra respecto al Sol, sería muy frío, probablemente más que Plutón en nuestro sistema solar, de tal manera que cualquier superficie de agua estaría congelada. Un planeta tendría que orbitar mucho más cerca de una estrella tan tenue para recibir suficiente luz como para mantener el agua líquida sobre su superficie.